Los programas de
espionaje de Estados Unidos posteriores al 11 de septiembre de 2001 están bajo
intensas críticas dentro y fuera de las fronteras, acrecentadas por recientes
revelaciones de que la NSA vigiló el teléfono móvil de la canciller alemana
Angela Merkel y de decenas de líderes más. Esos reportes se basaron en
documentos suministrados por el ex analista de la NSA Edward Snowden. Líderes
legislativos que han sido férreos defensores de los programas de la NSA dicen
que es hora de una revisión minuciosa. La Casa Blanca dijo que el presidente
Barack Obama había ordenado una revisión completa de los programas y
consideraba hacer cambios. El director de Inteligencia Nacional James Clapper
defendió el programa de espionaje que revisa registros telefónicos y los
correos electrónicos de millones de estadounidenses, lo cual —dijo— es vital para
protección contra el terrorismo. También restó importancia a las quejas de los
aliados europeos por el espionaje a sus líderes, al decir que ellos también lo
hacen. Que esto es “una situación común”.
Ahora es cuando toca preguntarnos qué no estarán haciendo
los gobiernos de nuestros países. ¿Cuáles han sido las reacciones de los países
europeos ante este caso? Pues en primer lugar el gobierno alemán pide
explicaciones por reportes que hablaban de un supuesto seguimiento al teléfono
personal de la canciller Angela Merkel entre 2002 y 2013 por parte de
Washington; en el caso de París y Madrid, el enfado viene por el supuesto
espionaje a millones de llamadas de ciudadanos, incluidos a los políticos. Y
mientras los países europeos piden explicaciones a Washington por las
informaciones reveladas por el analista de inteligencia Edward Snowden
filtradas a los medios -algo que hicieron antes países latinoamericanos como
Brasil o México-, algunos analistas recuerdan que el espionaje entre países,
aunque se trate de aliados, está a la orden del día.
Los analistas coinciden en que el espionaje forma parte
del arte de gobernar y que este tipo de operaciones secretas se remontan a
siglos. De hecho, Washington no se libra de ser sujeto de espionaje y no sólo
de las naciones con las que tiene divergencias, como Irán o Cuba (de las que se
dice que son las más “espiadas”). También los aliados -más o menos cercanos-
dedican parte de su inteligencia a saber lo que pasa en Estados Unidos, según
informaciones que hemos podido consultar. Vamos a ver qué suelen hacer esos
países:
Francia.
Tras
ver la airada reacción del gobierno francés después de que se publicasen los
informes que decían que espías grabaron los datos de 70 millones de llamadas
hechas en Francia en un período de 30 días, un exjefe de inteligencia alzó la
voz para asegurar que su país también espía a EE UU de la misma manera que
Washington lo hace con varios de sus aliados.
“Nosotros
también espiamos a EE UU”, le dijo al diario Le Figaro Bernard Squarcini, conocido
como el “tiburón” del expresidente Nicolás Sarkozy y jefe de los servicios de
espionaje franceses hasta hace un año.
Rusia.
Aunque las historias de espías entre Estados Unidos y Rusia pueden sonar a la
Guerra Fría, el espionaje entre ambos países sigue a la orden del día y cada
país quiere saber los secretos del otro. n 2010, ambos gobiernos realizaron el
mayor intercambio de espías desde la Guerra Fría en un aeropuerto de Viena,
Austria, después de que diez personas fueran declaradas culpables en un tribunal
de Nueva York de filtrarse en grupos y organizaciones importantes de ese país
para enviar datos confidenciales a Rusia. Algunos ex espías confirman que estos
hechos aún se siguen produciendo, y que esa Guerra Fría que no se ve, se sigue
realizando.
China.
Estados Unidos ha mostrado públicamente en los últimos años su preocupación por
los ataques informáticos provenientes de China que tienen como objetivo las
empresas estadounidenses, principalmente del sector militar y de la
investigación tecnológica, y que podrían dañar las relaciones económicas
bilaterales.
El asunto se complica por el hecho de que las economías
número uno y número dos del mundo están hoy en día muy entrelazadas. Pero EE UU
le ha advertido que robar su información no le servirá a China para desarrollar
una cultura de la innovación propia.
Un informe de este año de una comisión independiente
estadounidense, señala que las pérdidas para la economía de ese país por el
robo de direcciones IP (protocolos de seguridad) son de unos US$300.000
millones anuales.
Israel.
Israel y EE. UU. son aliados cercanos pero ambos intentan tomar una posición
ventajosa recolectando información sobre el otro.
Pero cuando en 1985 se descubrió que el analista civil de la Marina de Estados Unidos Jonathan Pollard era un espía israelí, algo que Tel Aviv tardó en reconocer, lo llevaron a juicio y continúa en prisión cumpliendo cadena perpetua.
Pero cuando en 1985 se descubrió que el analista civil de la Marina de Estados Unidos Jonathan Pollard era un espía israelí, algo que Tel Aviv tardó en reconocer, lo llevaron a juicio y continúa en prisión cumpliendo cadena perpetua.
¿Y qué hay del
espionaje sobre Internet?
El Washington Post y The Guardian destaparon hace no mucho que la Agencia de Seguridad Nacional de EEUU (NSA) no solo ordenó espiar llamadas telefónicas de millones de ciudadanos norteamericanos sino que, además, podía acceder a la información en los servidores de compañías como Microsoft, Google, Facebook o Apple. Se publicaron miles de artículos, y hay mucha información sobre el tema, pero todavía existe ese halo de confusión sobre este asunto.
El Washington Post y The Guardian destaparon hace no mucho que la Agencia de Seguridad Nacional de EEUU (NSA) no solo ordenó espiar llamadas telefónicas de millones de ciudadanos norteamericanos sino que, además, podía acceder a la información en los servidores de compañías como Microsoft, Google, Facebook o Apple. Se publicaron miles de artículos, y hay mucha información sobre el tema, pero todavía existe ese halo de confusión sobre este asunto.
CONCLUSIÓN.
"No
quiero vivir en un mundo donde todo lo que hago y digo queda grabado". De
esta forma defiende Edward Snowden su 'traición' a su país, Estados Unidos, al
filtrar a la prensa informes de la secreta y poderosa Agencia Nacional de
Seguridad (NSA).
Algunas películas donde se refleja el poder de la NSA:
- Enemigo
Público (1998): Will Smith da vida a un brillante
abogado que tiene una vida feliz hasta que llegan a sus manos, sin su
conocimiento, las imágenes del asesinato de un miembro del Congreso de los
Estados Unidos. Agentes de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) están
involucrados y harán todo lo posible por recuperar la prueba incriminatoria y,
de paso, acabar con la reputación y la vida del protagonista. Éste contará con
la colaboración de Gene Hackman, un ex agente de la NSA que le ayudará para
evitar ser atrapado por un enemigo que sigue sus pasos al milímetro.
- Mercury
Rising (1998): Película de 1998 que trata de un
niño autista, Miko Hughes, que descifra un código gubernamental encriptado que
debería ser indescifrable. La NSA decide eliminar la amenaza por motivos de
seguridad nacional. Sin embargo, un agente del FBI interpretado por Bruce
Willis se entrometerá en su camino y ayudará al niño a huir de sus implacables
enemigos.
- El
gigante de hierro (1999): Película de animación que trata
sobre un niño que, en 1957, encuentra un enorme robot extraterrestre y lo
oculta de sus vecinos y de un agente de la NSA paranoico y arrogante que ha
sido enviado para investigar los hechos. La trama se desarrolla en plena Guerra
Fría, cinco años después de la creación de la NSA por el presidente Harry
Truman.
Edward Snowden se ha convertido en un
ciber espía arrepentido tras denunciar a la NSA, para la que trabajaba, por
espionaje. Al filtrar documentos de esta agencia gubernamental a la prensa que
supuestamente prueban esa acción ilegal se ha convertido en un traidor para
Estados Unidos, por lo que se ha fugado del país. ¿Cuándo llevará Hollywood ese
episodio al cine?
0 comentarios:
Publicar un comentario