En
el programa de esta semana nos adentramos en la oscuridad de la mente de los
PSICÓPATAS. Analizamos los distintos perfiles, conocemos las opiniones que dice
n los expertos, ¿Son los asesinos en serie los únicos con un perfil psicopático
no estable? ¿Existen los psicópatas organizacionales, esos que no matan pero
que te debilitan emocionalmente? Lo analizamos exponiendo algunos casos y
recordamos los casos más horrorosos de Richard Ramírez "El Merodeador
Nocturno", Ximo "El Depredador de Castellón" y Juan Carlos
Aguilar "El Monje Shaolin" que aún está a la espera de juicio.
"LÍBRANOS
DEL MAL": Una de las películas que está actualmente en las carteleras de
muchos cine y que cuenta la historia de un policía que se dedicaba a exorcizar
demonios, pero, ¿cuál es la intrahistoria de esta película? Contamos algún que
otro caso investigado por este agente que dedicó su vida a "acabar con el
demonio".
ARCHIVO
OCULTO: Viajamos a un lugar recóndito de la fría Rusia para intentar conocer
que se esconde en un lugar recóndito que es conocido como UFA-105. Muchas
especulaciones lo tienen como el Área 51 ruso, otros que es un almacén de
misiles nucleares listos para disparar, otros simplemente que es un búnker
fantasma de la antigua guerra. Intentaremos conocerlo.
NOTICIAS:
Accidente y desaparición extraña de una pareja en Roswell; cámara de seguridad
capta una sombra andante en el castillo de Dover; la NASA no recibirá más
financiación para la captación de objetos peligrosos hacia la Tierra.
LA
OTRA CARA DEL CINE: Analizamos la saga de películas de Hannibal Lecter,
centrándonos sobre todo en el Silencio de los Corderos y su secuela. Unas obras
fílmicas que nos presentaban a uno de los psicópatas más sanguinarios pero a la
vez inteligentes. Todos los detalles de Hannibal Lecter se cuentan en esta
sección.
-
El
doctor Robert Hare, el famoso investigador sobre psicología criminal que estima
que un 1% de la población es psicópata. Incluso subiendo al 6% las últimas
estimaciones. Esta fue la respuesta que daba al programa REDES. La psicopatía
se define como un desorden de personalidad que proyecta ciertas
características, las cuales podríamos agrupar en torno a rasgos como una
inteligencia notable, la ausencia de empatía, egocentrismo exacerbado, poca
tolerancia y una destacada eficiencia para manipular a otros. Sin embargo, aún
no existe un consenso pleno en los criterios que podrían definir con precisión
esta condición de la psique. ¿Dónde nace todo esto?
Se
han diseñado varios modelos que intentan determinar la sintomatología propia de
este desorden. Tenemos, por ejemplo, el Inventario de Personalidad Psicopática.
Se trata de una prueba que correlaciona tres variables, que incluyen rasgos
como sentimiento de grandeza, mitomanía, sentido nulo de culpa o remordimiento,
egocentrismo, inmunidad ante el estrés, y rebeldía. Otro popular índice es el
Listado de Cleckley, el cual se presenta en el libro The Mask of Sanity (1941).
Su autor enlista 16 cualidades comunes que considera como representativas de
una personalidad psicopática: entre ellas alta inteligencia, encantadora
audacia, ausencia de nerviosismo, falta de sinceridad, remordimiento, vergüenza
y egocentrismo patológico.
Y
los últimos años nos hemos acostumbrado a ver por la Red y en el cine numerosas
obras, películas y géneros dedicados a los psicópatas. Destacaría por ejemplo
como hace no mucho una serie sobre un psicópata triunfaba incluso ganando
muchos premios: Dexter. ¿Y por qué esta fascinación ahora de repente por algo
que siempre ha sido un tema oscuro? Muchos perfiles, algunos de lo más
escabrosos que os podáis pensar, algunas de las historias más criminales no
necesitarían ningún añadido más de ficción de que lo mostró esa oscura
realidad. La creencia generalizada de todos nosotros es que los psicópatas son
asesinos en serie, personas sumamente malvadas. Esta falsa creencia deja a
merced del número enorme y creciente de psicópatas no criminales que pululan por
nuestras empresas a una población de personas que con el tiempo no tardarán en
convertirse en sus víctimas. Las variaciones sobre el tema de la presencia de
los psicópatas en nuestras vidas son cuantiosas. Por ejemplo nos podríamos ir
al mundo de los negocios. Ahora en estos tiempo tan difíciles que corren
tenemos a los ejecutivos de altos cargos como personas ruines, despiadados, de
sangre fría; decía Carolyn Bates, una estudiante de psicología de la
Universidad de Huddersfield, que “tal vez los negocios necesitan gente con las
mismas características que los psicópatas”, como ser despiadados”.
El
problema para identificarlos es que normalmente los psicópatas organizacionales
no terminan cometiendo crímenes sangrientos al estilo de los de las películas.
Cuenta esta hipótesis de los que estudian estos rasgos psicópatas en el mundo
corporativo que: La mayoría de ellos pasan desapercibidos, ocultos y camuflados
tras vidas aparentemente normales y triviales, causando enormes problemas y
depredando socialmente a sus vecinos, parejas, hijos, padres, compañeros de
trabajo y subordinados. Víctimas que nunca terminan de enterarse del todo de la
auténtica naturaleza perversa de las personas que les hacen sufrir tanto.
Después de la cárcel el lugar más habitual en el que se puede encontrar a un
psicópata es en las organizaciones empresariales. Dentro de ellas, hay que
buscarlos en las posiciones de dominio y poder jerárquico, lugares a los que
pronto ascienden gracias a su enorme capacidad y talento para manipular a los
demás, es decir, para lograr que los demás hagan lo que ellos quieren que
hagan. Esta gran capacidad de manipulación de los compañeros suele confundirse
en las organizaciones con la capacidad directiva o ejecutiva de una persona.
La
situación de caos, así como los entornos turbulentos, impredecibles y
cambiantes, son factores de atracción para los psicópatas, que encuentran en
ellos el mejor caldo de cultivo para su satánica semilla. Qué curioso. Porque
esta frase podría venir un poco a lo que está pasando. Cada día se destapan
casos de corrupción, de fraudes, de abusos del poder al pueblo,… medidas que se
toman que no parecen tomadas desde la más sensible humanidad y amor al prójimo.
Todo eso podría entrar dentro de lo que estamos contando. Porque podría ser que
la mayor parte de los escándalos políticos y financieros de los últimos tiempos
en nuestro país han estado protagonizados por individuos con rasgos
psicopáticos, que durante años pasaron desapercibidos o incluso llegaron a ser
tomados como modelos sociales ejemplares para toda su generación. La mayoría de
la población los acepta gracias a la buena imagen que proyectan y que ellos se
encargan de mantener. Esta imagen los muestra ante los ojos de los demás como
personas buenas, cumplidoras, atentas y modélicas. Sólo el descubrimiento de
sus fraudes o ilegalidades, cometidos a veces durante años o décadas sin el
menor asomo de remordimiento o culpabilidad, desvela su verdadera naturaleza.
La oportunidad que tiene el personaje psicótico de mostrar sus fauces para
“devorar” a su víctima.
Nunca
sabremos si nuestro compañero de trabajo puede ser un psicópata. Nunca se sabe
si el espacio de trabajo que compartes con cierta persona pues puede estar
especializada en hacer el mal. Pero piensen que no son los psicópatas que
estamos acostumbrados a ver por televisión, que ninguno de ellos sea un serial
killer. Porque el fençomeno de la psicopatía tiene otra rama, o es otra
evolución del fenómeno. Existen los depredadores emocionales y sociales que
actúan con la más absoluta discreción y precisión. Son lo que se conoce como
psicópatas organizacionales. Ya lo contaba Iñaki Piñuel en su libro “Mi jefe es
un psicópata”: los depredadores emocionales existen y están presentes en muchas
compañías. Aunque de apariencia tranquila y generalmente encantadora, los
psicópatas de empresa se dedican a extender el mal en las organizaciones y
pueden conducirlas incluso al desastre. Su principal objetivo es alcanzar el
poder y, para conseguirlo, harán uso de todo tipo manipulaciones, mentiras y
amenazas.
El
experto en psicología jurídico-forense y criminológica José Manuel Pozueco
Romero: El término
'psicópata' tiene ya más de dos siglos de vida, pero su significado sigue
suscitando una gran confusión. Prueba de ello es que aún hay sentencias que
exoneran de culpa a estas personas o reducen su pena por la supuesta enfermedad
mental que padecen. Sin embargo, los estudiosos tienen claro que no estamos
ante una patología psiquiátrica, sino una forma de ser. "Son plenamente
imputables porque tienen sus capacidades intelectiva y volitiva intactas. Es
decir, saben lo que hacen y quieren hacerlo". El propio Robert Hare,
psicólogo de la Universidad British Columbia de Canadá que se ha convertido en
un referente indispensable en esta materia, sostiene la tesis de que los
psicópatas son más malos que 'locos'. El sistema de diagnóstico que desarrolló
este experto, denominado PCL-R, es la herramienta que hoy en día se utiliza en
todo el mundo para identificarlos. ¿Y qué pasa con los asesinos en serie?
Porque Cuando pensamos en esta clase de individuos, generalmente no miramos a
nuestro alrededor, creemos que eso no puede pasar cerca nuestra, que es propio
de las novelas o de las películas. En los últimos años hemos tenido múltiples
muestras, como el caso del ruso Alexander Pichushkin, detenido en 2006 tras
asesinar a 49 personas desde 1992 hasta poco antes de su captura. Conocido como
'el asesino del ajedrez', pretendía que sus víctimas igualaran el número de
casillas de un tablero de dicho juego, es decir, 64. Pichushkin, que no mostró
arrepentimiento alguno en su juicio, puede ser calificado como psicópata sin
lugar a dudas. De hecho, casi todos los asesinos en serie responden a este
perfil. Pero igual de cierto es que la mayoría de los psicópatas no llegan a
ingresar en prisión y, seguramente, ni siquiera cometen delitos a lo largo de
su vida. Y no es porque sean mejores personas; simplemente, porque no entraba
en sus planes. La cuestión es que estos sujetos son muy abundantes. No hay
estudios al respecto, pero algunos expertos estiman que la psicopatía puede
afectar al 1%-2% de la población, lo que supondría hasta 900.000 personas en
España.
RICHARD RAMÍREZ, "EL MERODEADOR NOCTURNO"
14 víctimas se cobró solamente en el periodo de 1984 a 1985,
fueron pocas comparado con lo que han hecho otros, pero es curioso la historia
de este asesino, porque los psicólogos lo decían: era un asesino que se excluía
fuera del grupo de los asesinos normales por así decirlo. Un personaje con una
infancia ya dura desde un principio, muy problemático, porque desde los 9 años
ya comenzó a robar y muy temprano empezó con las drogas. En tiempo récord
pasaba tan pronto de Texas, su estado natal, a Los Ángeles, donde comenzaba su
carrera de asesino. Le daba igual el sexo, la raza, la edad o la condición;
mataba sin un género o estatus concreto. Y un modus operandi muy oscilante,
porque o bien mataba organizadamente o dejaba pruebas en el lugar del crimen,
pero siempre cometía su asesinato de la misma forma: paseaba con un walkman con
música de AC/DC, en ese juego de caza como él lo llamaba encontraba a su
víctima y entraba en su casa preparado para matar y violar.
Al
principio, solo golpeaba y violaba, dejando incluso a la mayoría de sus
víctimas con vida, pero después se hizo más sádico, como por ejemplo, en el
asesinato de una joven, a la que violó y la sacó los ojos con una cuchara,
matando a la chica después y enviándolos (a los ojos) a su casa al día
siguiente. Como muchas de sus víctimas sobrevivían, una mujer le reconoció en
Agosto del 85 por la calle. Después de numerosos retratos robot enviados por la
Policía, un grupo de gente a la voz de “¡matadlo!” le persiguió y capturó
mientras intentaba robar un coche, salvándose de ser linchado por una patrulla
de policía. El 4 de Octubre del 89, reliza las siguientes declaraciones: “…Yo
no creo ni en la hipocresía ni en los dogmas morales de la llamada sociedad
civilizada. Sólo me basta con mirar dentro de esta habitación, para conoceros
tal y como sois: mentirosos, cobardes, asesinos, ladrones… y cada uno con su
propia profesión legal. Sois unos gusanos hipócritas, me ponéis enfermo…” “…No
necesito oír todos los raciocinios de vuestra sociedad. Ya los he oído antes y
los argumentos siempre son los mismos…” “… No me entendéis. Tal y como suponía,
no sois capaces de hacerlo. Yo estoy más allá de vuestra experiencia. Estoy más
allá del bien y del mal…”.
Finalmente
es acusado de 14 asesinatos, 5 intentos de asesinato, 9 violaciones (entre las
cuales 3 fueron a menores), 2 secuestros (solía secuestrar niños para
abandonarlos a cientos de kilometros de su casa solo por el placer de hacerlos
sufrir), 4 actos de sodomía, 2 felaciones forzadas, 5 robos y 14 allanamientos
de morada. En 1989 es condenado a la cámara de gas, pero Ramírez no perdió su
fe: “… !Legiones de la noche!, !Razas de la noche!, no repitáis los errores del
Night Stalker y no concedáis clemencia alguna… Yo seré vengado. Lucifer está
con nosotros…”.
JOAQUÍN FERRÁNDIZ, "EL DEPREDADOR DE CASTELLÓN"
Hace
casi 15 años desde que se descubrió el cadáver de su última víctima, pero el
terrible legado de Joaquín Ferrándiz continúa vigente en Castellón. Hasta cinco
mujeres perdieron la vida en sus manos. Cinco jóvenes que pudieron ser más,
pero como suele ocurrir en estos casos, el asesino cometió un error -por no
decir varios- que motivó su detención.
Joaquín
Ferrándiz -Ximo como le llamaban sus más allegados- era un hombre aparentemente
tranquilo, serio, trabajador y bien educado. Cualidades de las que se sirvió
para atraer a sus presas y evitar que sospecharan de sus oscuras intenciones. Su
primera víctima fue Sonia Rubio, una joven profesora que acababa de regresar de
Inglaterra. Desapareció el 2 de julio de 1995 en Benicàssim, después de una
noche de fiesta y diversión. Le conocía de vista, y por eso no dudó en subirse
a su coche cuando éste se ofreció amablemente a acercarle a casa. Pasaron más
de cuatro angustiosos meses hasta el cuerpo sin vida de Sonia fue descubierto
en un barranco de Oropesa, cubierto con la envoltura de un saco de cemento,
piedras y ramas secas. Castellón entero había vivido con intensa preocupación
cada minuto de la incesante búsqueda emprendida por sus familiares y amigos,
como también siguió, detalle a detalle, los acontecimientos que sucedieron al
macabro hallazgo.
Por
aquel entonces, nadie sospechaba de Ferrándiz, ni siquiera teniendo en cuenta
que ya había cumplido condena por un delito de agresión sexual cometido en
1989. Según relató entonces la denunciante, los hechos se produjeron una mañana
de verano, cuando ésta circulaba en ciclomotor por el camino El Palmeral que
discurre entre Benicàssim y Castellón. Al parecer, Ferrándiz provocó un
accidente con el objetivo de asistir a la joven y llevarla al hospital, no sin
antes detener su vehículo en un lugar apartado y abusar sexualmente de ella. Ese
era, en parte, su 'modus operandi' y por el que se ganó el sobrenombre de 'El
Quijote violador'. Buscaba a chicas indefensas -llegando a provocar el mismo
las situaciones de peligro- para después salir en su rescate y prestarles
socorro cual caballero andante. En 1990, Ximo Ferrándiz fue condenado a 14 años
de prisión, pese a que tanto él como sus familiares y amigos defendían su
inocencia a capa y espada. En abril de 1995, y apenas tres meses antes de la
desaparición de Sonia Rubio, obtuvo la libertad condicional por buena conducta.
A raíz del revuelo y la movilización ciudadana derivada de la pérdida del
rastro de la joven profesora castellonense, Ferrándiz se vió obligado a buscar
un nuevo objetivo para perpretar sus macabras intenciones. Las prostitutas se
convirtieron así en su blanco perfecto. Natalia Archelós, Francisca Salas y
Mercedes Vélez desaparecieron con muy poco margen de diferencia, casi el mismo
con el que fueron apareciendo sus cadáveres. En un principio, y a pesar de las
similitudes, nada parecía indicar que el caso de Sonia Rubio estuviese
relacionado con el de las últimas tres fallecidas, por lo que las
investigaciones de estos últimos sucesos se centraron principalmente en los
proxenetas de las prostitutas.
Ferrándiz,
en el momento del hallazgo del último de esos cuatro cadáveres, había
conseguido empleo en una conocida compañía aseguradora y mantenía una relación
estable con una joven llamada Maite. Durante ese tiempo no cometió ningún
crimen, pero cuando la muchacha rompió, volvió a la carga. En julio de 1996, y
de nuevo tras una noche de fiesta y alcohol, su camino se cruzó con el Amelia
Sandra García. En febrero del año siguiente, el cadáver de esta joven
estudiante apareció flotando, sin ropa, en una balsa. Era un hombre frío y
calculador. Observaba con cautela a sus víctimas, las examinaba y actuaba
cuando veía que podía actuar. Por eso, cuando las pesquisas policiales derivaron
en la detención de Claudio Alba -un camionero que había sido el último chulo
conocido de las prostitutas asesinadas-, decidió detener su mortal andadura
para no levantar sospechas. Pasaron algunos años de tranquilidad, casi dos
exactamente, hasta que el caso de Claudio Alba se derrumbó, lo que le valió la
inmediata puesta en libertad. Mientras tanto, Ferrándiz se impacientaba. No
podía retener por más tiempo al asesino que llevaba dentro.
El
15 de febrero de 1998 cometió un error que lo puso en el punto de mira de los
investigadores. Trató de atacar a una joven pero un vecino alertado por los
ruidos impidió que pudiera llevar a cabo su cínico cometido. Intentó excusarse,
pero la muchacha acabó denunciándole y su pasado delictivo lo convirtió en uno
de los principales sospechosos. La Guardia Civil empezó a seguirle el rastro,
llegando a evitar que sumara una nueva víctima a su historial. Un hecho que
motivó el registro de su vivienda y su posterior detención. El 12 de enero del
año 2000, y tras un largo, árduo y mediático proceso, la Audiencia Provincial
de Castellón condenó a 69 años de prisión a Joaquín Ferrándiz, de 36 años.
También se estableció una millonaria indemnización para los familiares de sus
cinco víctimas y de este modo se trató de cerrar uno de los capítulos más
negros de la historia de Castellón y del mundo de la criminología en España. Un
capitulo con nombre y apellidos.
JUAN CARLOS AGUILAR, "EL MONJE SHAOLIN"
Un caso mucho más reciente que también ha asombrado a los
criminólogos por ese rápido cambio y del claro ejemplo de lo que dice la frase
“las apariencias engañan”. Juan Carlos Aguilar, autodenominado monje shaolín,
está hoy a la espera de juicio, acusado de matar a dos mujeres en 2013. Ya
decía en su página web que conocía el sufrimiento desde que era niño y que
había vivido un infierno desde que uno de sus hermanos le iniciara en las artes
marciales hasta convertirse en monje shaolín en la provincia china de Henan. Sobre
las 3.20 del 25 de mayo de 2013, Aguilar iba en su Mitsubishi por la calle del
General Concha, de Bilbao, cuando invitó a subir al coche a la colombiana Yenny
Sofía Revollo Tuirán, que a sus 40 años era madre de dos hijos. La mujer pasaba
por un mal momento, que ella ahogaba en alcohol. Aquella noche estaba muy
borracha. Llevó a la mujer a su gimnasio de la calle de Máximo Aguirre, número
12, y tras maniatarla, la mató. Después se fotografió en actitud obscena junto
al cuerpo desnudo de la víctima. Posteriormente diseccionó el cadáver. Con la
precisión de un experimentado carnicero, seccionó las falanges de los dedos
índices, extrajo las prótesis mamarias… y parte de los restos los escondió en
un falso techo, otros los quemó en el gimnasio, y otros los guardó en su piso
del número 5 de la calle de Iturriza.
En
los días posteriores, el autoproclamado fundador del monasterio budista Océano
de la Tranquilidad continuó impartiendo clases a sus prosélitos. Como si nada
hubiera pasado. Solo una de sus más fervientes discípulas le notó más nervioso
e irascible que de costumbre. Y eso que con frecuencia sufría estallidos de ira
que sus adeptos atribuían a su afán por enseñarles el manejo de la espada o
hacerles alcanzar el nirvana. En la madrugada del 2 de junio de 2013 volvió a
la calle del General Concha, donde contactó con la nigeriana Maureen Ada Otuya,
de 29 años. Ambos se encaminaron al gimnasio. Tras mantener relaciones
sexuales, él maniató y amordazó a la mujer, a la vez que comenzaba a
estrangularla y a golpearla con saña en la cabeza y el abdomen. Durante 500
minutos interminables, Otuya padeció un tormento espeluznante. Al cabo de nueve
horas de martirio, sobre las tres de la tarde, logró zafarse y, aterrorizada,
trepó a trompicones los 20 escalones que la separaban de la salida. A través de
las rejas de la cancela lanzó desesperados gritos de socorro. Una vecina que
pasaba por la acera, alertó a la Ertzaintza. Cuando entraron los agentes,
encontraron al guerrero budista fuera de sí, con el torso desnudo y las manos
ensangrentadas. Otuya agonizaba: tenía cinco vueltas de cordel enroscado en el
cuello, además de una brida de plástico y cinta adhensiva. En el registro del
gimnasio, losertzainas descubrieron varias bolsas con restos humanos, además de
espadas, hachas, sables, palos, cuchillos, una sierra, una pistola, cintas de
video, cedés y fotos de mujeres desnudas o vestidas con ropa provocativa y en
actitud lasciva. La víctima murió 48 horas después en el hospital.
Lo
curioso del caso de Juan Carlos Aguilar es, que no era una persona solitaria. Tenía
un ejército de adeptos y, sobre todo, de adeptas que lo admiraban hasta el
paroxismo. Incluso una de esas admiradoras contaba a la policía que le estaba
muy agradecida a Aguilar porque era una mujer “antisocial” y él le “había
enseñado a comunicarse con un hombre, a saber cómo es la vida”.
DATOS
DE INTERÉS:
Profesiones con más
psicópatas:
1. CEO
2. Abogado
3. Presentador de radio
o televisión
4. Agente de ventas
5. Cirujano
6. Periodista
7. Agente de policía
8. Sacerdote
9. Chef
10. Funcionario público
Profesiones con menos psicópatas:
1. Cuidador
2. Enfermera
3. Terapeuta
4. Artesano
5.
Cosmetólogo/Estilista
6. Voluntario en la
caridad
7. Maestro
8. Artista
9. Médico
10. Contador
¿Cómo podemos
identificar a un psicópata en nuestro trabajo? Piñuel da en su libro unas cuantas
pistas para descubrir a estos depredadores; son ocho características básicas
que se repiten en todos ellos:
1. La capacidad
superficial del encanto. Tienen labia y facilidad de palabra, aunque
habitualmente mienten.
2. Su estilo de vida
parasitario. Se aprovechan de los logros de los demás trabajadores.
3. El sentido grandioso
pero irreal de los propios méritos. Tienden a maximizar cualquiera de sus
logros.
4. La capacidad de
conectar con el poder. Buscan relacionarse con altos cargos, en su camino al poder.
5. La excelencia en el
mentir. Siempre lo hacen, y lo hacen muy bien.
6. La incapacidad de
sentirse responsables o culpables. Nunca sienten remordimientos y eso los hace
muy peligrosos.
7. Son unos expertos
manipuladores. Consiguen que los demás hagan lo que ellos quieren sin que lo
adviertan.
8. Frialdad emocional.
Saben dominar las situaciones de riesgo y no les tiembla el pulso.
Si conseguimos detectar
estos comportamientos tendremos la oportunidad de limpiar la empresa de
personalidades oscuras que sólo provocan daño en el puesto de trabajo. RRHH
tiene en este libro una herramienta más para mejorar el entorno laboral y el
capital humano de una empresa.
Otros casos o asesinos:
John Wayne Gacy "Payaso Pogo"
En 1978 los vecinos de
Wayne Gacy se preguntaban porque el jardín del amable y divertido payaso Pogo
olía tan mal. La razón, Pogo no era mas que un reprimido hombre que asesinaba a
niños-adolescentes. Escalofriante fue cuando la policía encontró los 33
cadáveres enterrados en el jardín. Fue condenado a muerte en la silla
eléctrica. Sus últimas palabras: "Besadme el culo!"
Luis Alfredo Garavito
Considerado uno de los
peores asesinos en serie. Se le acusa de asesinar a 140 niños. Los buscaba en
parques y centros recreativos donde les ofrecía dinero y luego los raptaba para
mutilarlos.
Su condena: Las
condenas suman 1.853 años y nueve días.
Ed Gein
Uno de los peores y mas
psicópatas asesinos de la historia de Estados Unidos. Ed Gein no solo se
conformaba con asesinar a sus víctimas, además practicaba sexo con sus
cadáveres, y además desenterraba a otros muertos para también tener sexo, Y
ADEMÁS! hacia artículos y ropa con estos cadáveres.
Esta de mas decir que
este enfermo necrófilo obtuvo su fama mundial, de hecho, el personaje de Bufalo
Bill de El Silencio de los Corderos esta inspirado en esta persona.
Andrei Chikatilo
Se ocultaba tras un
rostro amigable con los niños, con lo que se ganaba su confianza antes de sus
brutales ataques en bosques aislados. Se le involucra con al menos 53 asesinatos
y es uno de los peores asesinos en masa que han existido.
A base de mentiras
llevaba a los niños al bosque en donde los asesinaba de una forma masoquista,
castrando a varias de sus victimas. "Yo soy un error de la naturaleza, una
bestia enfadada" fue la frase que Chikatilo usó para confesar sus
crímenes. Fue ejecutado en 1994 considerado el peor asesino de la Unión
Soviética.
Albert Fish
Este inofensivo
anciano, fue el autor de masoquistas y violentes homicidios. Su locura avanzaba
al grado de nombrar a Jesucristo como el que "le incitaba a cometer actos
de sacrificio". Acusado además de canibalismo y mutilación.
Nunca mostró
arrepentimiento alguno. Fue condenado a morir en la silla eléctrica y al
enterarse de esto exclamó:
"Que alegría morir
en la silla eléctrica. Será el último escalofrío. El único que todavía no he
experimentado..."
Charles Manson
Líder de la secta
Manson que se llevó a su paso decenas de víctimas. Sádico asesino que se
vinculaba con el satanismo.
La víctima más famosa
fue sin duda alguna Sharon Tate, esposa de Roman Polanski.
Ted Bundy
Se estiman al rededor
de 100 mujeres asesinadas, aunque solo se comprobaron 36.
Sus cargos lo
convirtieron en uno de los peores asesinos de la historia: asesinatos,
violaciones y secuestros. Fue electrocutado el 24 de enero de 1989 y declarado
muerto a las 07:16 de la mañana.
Paul Bernardo y Karla Homolka
Aparentemente daban la
impresión de ser una pareja perfecta, sin embargo ambos ocultaban sus enfermos
deseos sexuales. Paul Bernardo soñaba con quitarle la virginidad a Tammy, la
hermana de Karla. Con ayuda de esta, planearon drogarla con anestésicos y no
eligieron más que una fecha en especial: Navidad de 1990. Karla quería darle la
virginidad de su hermana a Bernardo como regalo de navidad. El anestésico fue
tan fuerte que Tammy murió. Nadie les comprobó nada.
No satisfechos violaron
y asesinaron a dos adolescentes mas hasta que fueron capturados.
Alexander Pichushkin
"El Asesino del Ajedrez"
Un cínico hombre
acusado de 49 asesinatos que corregía el dato diciendo: ¡fueron 61!.
Sus asesinatos
cometidos en Rusia lo convirtieron el famoso "Asesino del Ajedrez"
apodo obtenido luego de contabilizar a sus víctimas con ayuda del tablero del
famoso juego.
Su objetivo: Superar el
número de víctimas de Andrei Chikatilo. Desde 2007 se encuentra bajo la pena
máxima en Rusia, la cadena perpetua. "Una vida sin homicidios para mí es
como una vida sin alimentos para ustedes" ha sido una de las pocas frases
que se le ha oído decir.
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