Nos encontramos, tal vez, con uno
de los mayores enigmas arqueológicos de Extremadura. Y se encuentra en la
localidad de Casar de Cáceres. Allí uno de los grandes investigadores del
patrimonio histórico extremeño, el escritor trujillano Alfonso Naharro, junto a
un grupo de personas encargadas de la recogida de restos arqueológicos,
descubrió una pieza excepcional. Se trataba de una estela funeraria (un
elemento de uso ritual mortuorio), hallado a comienzos de los años 70 en el
cementerio de Casar de Cáceres. La pieza estaba empotrada a una de las tapias,
a modo de adorno, por lo que se deduce que fue reutilizada. Llama la atención,
pues, su emplazamiento ya que fue encontrada por fuera del recinto, mirando
hacia un horizonte de campo y cielo.
Pero, ¿qué hace de esta pieza
algo excepcional? En realidad, al verla, nos sorprende. Como decimos, es una
estela funeraria tallada a bajorrelieve en una lasca de granito gris. Los
expertos la han datado aproximadamente en el siglo I a. C., en plena Edad del
Bronce. Lo más curioso es qué representa: que no es otra cosa que un ídolo, una
figura antropomorfa que ha dado mucho que hablar. La estela, a pesar de que han
transcurrido dos milenios desde su elaboración, y de que ha estado expuesta a
las inclemencias del tiempo (de la lluvia, del calor, del viento…), se conserva
milagrosamente intacta.
También sorprende mucho su
tallado. Observamos en la estela una figura humanoide en posición frontal, con
una cabeza ovalada en la que muchas personas creen ver un casco. Sus ojos son
achinados y el gesto es sonriente. Por otro lado, un cuello demasiado largo
termina en unos hombros extrañamente levantados. Las piernas son grandes en
proporción al cuerpo y quizá demasiado anchas, por lo que diversos
investigadores apoyan la tesis de que portaba unas botas altas, casi hasta la
ingle.
Tanto el pecho como la cintura
del ídolo aparecen plagados de inscripciones indescifrables, de letras
grabadas. Solamente una palabra, a la altura del pecho, es reconocida:
“ILUCIA”. Los especialistas afirman que podría tener su raíz en el vocablo
latino “Lux-Lucis”, que significa “Luz”. Sin embargo, pese a ser una palabra
del latín, el resto del mensaje no ha podido ser traducido hasta el momento. Se
trata, desde luego, de una lengua indoeuropea singular, solo semejante a
inscripciones halladas en la vecina Arroyo de la
Luz. Hemos de recodar que Arroyo de la Luz está considerado un “punto
caliente” en cuanto a avistamientos ovni y a apariciones que se han atribuido
en muchas ocasiones a un origen divino.
Hay quien, dentro del terreno del
misterio, ha querido ver en el casco y las botas del ídolo las vestimentas
usadas por los astronautas. Por si esto no fuera poco, este tipo de ser es muy
parecido al que es descrito por multitud de personas que han sido testigos de
encuentros cercanos con humanoides.
El periodista e investigador Íker
Jiménez llegó a comparar al ídolo de Casar de Cáceres con ciertos dibujos
grabados a unos 11.000
kilómetros de distancia, en las Líneas de Nazca, en la
pampa peruana. Concretamente, el conductor de programas como Milenio 3 y Cuarto Milenio relacionó el ídolo cacereño con la figura, presente
en Nazca, de “El astronauta”, un ser antropomorfo de 80 metros de largo, con
escafandra, traje ceñido y botas altas, que aparece mirando al cielo desde hace
unos 2.500 años. Aunque en cuanto a fechas no son coetáneos, sorprenden las
coincidencias respecto a los elementos que lo conforman.
Hay algo que no
debemos olvidar. Y es cómo en el caso de la estela, este tipo de dibujos en
piedra pretendían mostrar la realidad de lo que veían sus autores, a veces
incluso con un grado destacado de fidelidad. No usaban quizá demasiado la
imaginación. Por lo tanto, hoy se plantean estos interrogantes: ¿a quién
retrataron? ¿A un ser que vieron con sus propios ojos o a algo soñado? ¿Y qué
decir de su extraño mensaje? ¿Podría tener que ver la palabra “Luz” con seres
luminosos o con luces en el cielo que llegaron a presenciar?
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Sin embargo, la ciencia
arqueológica no es tan arriesgada al llegar a este tipo de conclusiones. Se
mantiene que el ídolo de Casar de Cáceres es inusual, arqueológicamente
hablando. Las estelas funerarias que se han registrado de esta etapa, en
Extremadura, son muy diferentes a la hallada en Casar de Cáceres, sin estos
extraños detalles. Además, la inscripción del pecho es única puesto que suelen
ser traducidas sin grandes dificultades.
Quizá para cerrar incógnitas no
del todo resueltas, los arqueólogos se han encargado de asegurar que este ídolo
podría tratarse de una deidad desconocida en la actualidad, es decir, un dios
adorado por los autores de la estela. Arriesgándose algo más, han llegado a
aseverar que cabe la posibilidad de que sea la representación de un jefe de
tribu, ataviado con extraños ropajes. Puede que todo esto sea cierto. Es más,
puede decirse que cualquier opinión, desde la más arriesgada a la más ortodoxa,
sería válida. Ni investigadores de lo paranormal ni arqueólogos e historiadores
han podido defender, hasta el día de hoy, una tesis de manera científica e
irrefutable.
El ídolo-estela de Casar de
Cáceres que tanto ha dado que hablar permanece actualmente en el Museo de
Cáceres, a la vista de turistas y curiosos, en una sala dedicada a epigrafía
romana.
El de Casar de Cáceres no es el
único misterio arqueológico relacionado con estelas funerarias. En Las Hurdes,
una comarca mágica se descubrió
hace tiempo otro curioso elemento tallado en piedra. Ocurrió, en concreto, en
el pueblo de Cambroncino. Allí, desde una fecha que desconocemos, estaba
empotrado tras una letrina, pasando desapercibida, esta singular pieza
arqueológica. Un entendido en arqueología dio la voz de alerta y fue extraído
el ídolo, que fue datado en la
Edad del Bronce, al igual que el de Casar de Cáceres.
Si lo observamos bien, aparece tallado un ser adornado con un tocado en la cabeza y adornado con una diadema que parece emular los rayos solares. Es llamativa su expresión de tristeza. Se nos plantean de nuevo dudas en torno a si sus autores tallaron algo que vieron y, de ser así, ¿qué cosa tan asombrosa les produjo el que decidieran crear algo de estas características? Tras un peregrinaje por almacenes y depósitos, la pieza se encuentra en paradero desconocido, agregando así un halo de misterio a su historia.
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