EL CASO ENFIELD

El caso poltergeist de Enfield es uno de los casos más famosos y terroríficos de los últimos tiempos porque es una historia que giraba alrededor de la niña Janet Harper que vivió todo un infierno a sus 11 años de edad donde sufrió de todo, desde golpes, atacada mientras dormía, cambios en el registro de voz,… 



Con motivo del último estreno de la película Expediente Warre The Conjuring 2 se vuelve a recordar un caso que fue famoso por los fenómenos que sucedieron en el seno de una familia normal pero que trascendieron bastante hasta el punto de que fue portadas de periódicos locales y llevado a la TV. Está muy relacionado en su origen con el fenómeno Poltergeist (fantasma ruidoso). Lo que caracteriza este tipo de casos cuando os cuenten alguno o lo leáis es diferente a los casos de aparición fantasmal en cuanto a que hay desplazamiento de objetos, en la mayoría de los casos el poltergeist influye en el comportamiento de un individuo cambiándole su comportamiento y mostrándonoslas como “personas encantadas”.

Tenemos que situarnos en Londres concretamente en Enfield que es un municipio al norte de la capital, año 1977-78 es cuando se produjo este hecho. En un barrio periférico de ese municipio llamado Brimsdown se vivía la estación de verano con normalidad hasta que en un mes de agosto de ese añoalgo iba a suceder en una casa donde vivía una señora divorciada de unos 40 años llamada Peggy Harper que vivía junto a sus cuatro hijos (dos niños y dos niñas) y que una noche la normalidad que enfundaba a esa familia se ve alterada con los gritos de Janet y de Margaret, dos hermanas que dormían juntas en la misma habitación, tendrían unos 11 años Janet y Margaret unos 10 y empezaron a gritar esa noche muy asustadas porque habían notado que su cama se agitaba. La madre, Peggy, pues no le dio mucha importancia en aquel momento, pensó que podría ser una pesadilla y que se imaginaron que la cama se movió en aquel momento.

Pero al día siguiente las niñas vuelven a gritar y a asustarse por la noche y en esta ocasión le cuentan a su madre que han empezado a escuchar unos fuertes ruidos en la habitación que se producían en los muebles y que una silla de madera que había en un rincón había comenzado a moverse sola. Peggy vuelve a pensar que las niñas están obsesionadas y sugestionadas por algo que han soñado y decide llevarse la silla de su cuarto pero cuando sale de la habitación y apaga la luz escucha unos ruidos extraños que procedían del suelo, ¿qué hace en ese momento? Enciende la luz, no ve a nadie, sus hijas están en la cama quietas sin hacer nada así que vuelve a apagar la luz pensando que sería un ruido normal y corriente de los muebles cuando se dilatan por la noche que es un fenómeno que habremos escuchado más de una vez en nuestro dormitorio. Pero no era así en este caso, porque de nuevo al apagar las luces de la habitación sonaron de nuevos ese ruido extraño como si se arrastrase un gran baúl, y efectivamente cuando vuelve a encender la luz y entrar en el cuarto de sus hijas ve que un baúl que tenían las niñas pegado a una de las paredes se había movido solo. Pensaría en ese momento ¿una broma de las niñas? ¿un extraño animal escondido detrás de ese baúl? No, porque cuando decide poner el baúl en su sitio éste de nuevo se mueve solo delante de su cara por lo que algo raro estaba empezando a pasar y ya tenía claro que no era cosa de la imaginación de sus hijas.

Peggy decide esa misma noche salir de su casa con sus dos hijas a cuestas y pedir ayuda a los vecinos. Éstos deciden entrar en la casa y comprobar si ante ellos se producía el mismo fenómeno de los ruidos y el movimiento de los muebles y al principio no ocurrió pero sí que con el paso de los minutos escucharon los mismos ruidos extraños que unas horas antes Peggy y sus hijas habían escuchado dentro de la casa. Era como si la casa tuviese vida propia y a su vez había afectado al mobiliario porque a partir de ahí los siguientes días iba a ser una constante encontrar siempre algún mueble que se había cambiado de sitio sorpresivamente o llegar a casa y ver una silla vuelta de una manera tan precisa que parecía que no se había caído por caerse sino que había sido colocada precisamente de esa manera.

Estos sucesos pues rápidamente la prensa se hace eco, era por entonces el Daily Mirror el que publicó un extenso reportaje sobre los ruidos y cosas que sucedían en esa casa (de hecho a un fotógrafo realizando una fotografía de la habitación de Janet contó como una pieza de Lego salió disparada y le golpeó justamente en la frente) y a raíz de esa publicación la Sociedad para la Investigación Psíquica de Londres (SPR en sus siglas) a través de uno de sus miembros Maurice Grosse se interesó por este caso y decidió realizar una investigación de campo en la casa de la familia de Peggy. La investigación comienza en el mes de septiembre del mismo año y los primeros días él hasta se quedó a dormir en la casa esperando a que alguno de esos fenómenos se produjesen, pero no ocurrió nada. A los tres días más o menos de estar visitando la casa, comienzan de nuevo a producirse los ruidos y golpes y aquí es donde entra en juego el papel que iba a tener la hija Janet porque ella iba a ser la que más iba a sufrir el fenómeno porque era en su habitación donde casi siempre se sufrían todo tipo de cosas que pasar una noche ahí era una odisea. Por ejemplo Grosse contó que él mismo vio con sus propios ojos ver una silla levitando, un juguete cruzando la estancia o por ejemplo en muchas secuencias fotográficas se puede ver cómo por ejemplo la amohada de una de las dos camas de las hermanas se deslizaba sola y caía al suelo.

La portada del Daily Mirror mostraba un extenso reportaje sobre el caso.

El caso llegó a ser portada del Mirror;  se convirtió en un fenómeno mediático en el cual raro era el día que no se presentaba un reportero o un investigador psíquico en aquella casa a descubrir con sus propios ojos los fenómenos que se producían a diario en la casa. Imaginaos el verdadero infierno que vivió la familia porque si ya de por sí vivir con cajones que se abrían solos, charcos de agua que se aparecían de manera extraña, el movimiento de los muebles o caerse algunos por las escaleras, y luego la pobre Janet sufrió en sus carnes hasta intentos de ahogamiento con las cortinas de su cuarto o verse empujada directamente de su cama. Pero el hecho más terrorífico fue cuando Janet a veces hablaba en un idioma extraño y gutural que parecía que realmente aquella entidad o varias como se pensaba acabó poseyendo a la pequeña:



Janet llega a reconocer que su registro de voz estaba poseída por unas 600 voces. Ella sufrió lo peor de esta historia no sólo con esos cambios de registro de voz sino también momentos en los que intentaba agredir a sus hermanas o a las personas que visitaban la casa. Está la anécdota de una noche que la encontraron durmiendo sobre la cómoda después de escuchar un fuerte ruido en la habitación (como una explosión decían) y es que esa misma noche le inyectaron una gran cantidad de Válium en su cuerpo y ese hecho de verla dormida sobre la cómoda como si fuese proyectada allí era otro de los muchos hechos aterradores de Janet.

Janet estuvo un tiempo largo en el hospital donde se le realizaron estudios de todo tipo, nunca se le llegó a encontrar ninguna anomalía ni física ni mental y curiosamente el tiempo que estuvo en el hospital en la casa ya no se producían con tanta asiduidad esos fenómenos ruidosos de esos entes que quizás habitaban esa casa de la que uno de ellos según contó Grosse que descubrió en una sesión de espiritismo era un señor que murió precisamente en esa casa hacía unos años.

Este caso duró exactamente dos años en las que de un día para otro los fenómenos cesaron ya que se descubrió que la misma Janet se aprovechó de unos hechos que al principio eran anormales para ser el centro de atención de esta historia y a través de grabaciones ocultas se consiguió descubrir que a veces el comportamiento de la pequeña Janet era forzado.

La confesión final llegaría en el año 1980 cuando Janet confiesa a un canal de televisión que algunos fenómenos fueron forzados entre ella y su hermana como forma de poner a prueba a Grosse y todo el equipo de investigación.

*Los mejores laringógrafos estudiaron la garganta de Janet para descubrir si de verdad esa voz que ella ponía cuando estaba en trance era forzada. 

¿Fue de verdad un fraude o hubo un pozo de verdad en los fenómenos acontecidos hacia Janet y su familia en aquella casa? Siempre quedará la duda.

 

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