DESAPARECIDOS
EN ESPAÑA. Los últimos casos de desaparecidos de Diana Quer, Manuela Chavero o
Iván Durán están volviendo a ser llamativos por ser parte de un pequeño
porcentaje dentro de la estadística general de otras causas de desaparición. En
este caso revisamos las claves judiciales para dar a una persona como fallecida
después de su desaparición, por qué los medios le dan más difusión a un caso
que a otro y las claves importantes de otros anteriores de los que todavía no
hay una resolución.
HOMENAJE
J. J. BENÍTEZ. Con motivo de la entrevista que le realizamos a Juan José
Benítez para la sección de nuestro podcast "Entrevistas en La
Caverna", hacemos un breve repaso por lo que comentó destacando las partes
más interesantes y a su vez homenajeamos a esta gran figura del misterio con su
último libro SÓLO PARA TUS OJOS.
NOTICIAS:
Encontradas nuevas pinturas rupestres bajo el subsuelo de una localidad
vizcaína; Wikileaks publica nuevos correos electrónicos de John Podesta
destacando conversaciones sobre ovnis; Kolaboo propone pasar una noche de miedo
de Halloween en la casa de Bélmez; Barack Obama envía comunicado desde la Casa
Blanca advirtiendo de una posible llegada de tormenta solar fuerte; Nace el
primer bisonte europeo en Extremadura, una especie rescatada de la Prehistoria;
El fraude de la marca de móviles Zetta.
LA
OTRA CARA DEL CINE: "La Noche de los Muertos Vivientes de George A.
Romero, 1968". El comienzo de la ficción de zombis se dio con un nombre y
una película, efectos muy artesanales y unos métodos musicales y visuales
únicos que comenzaron una saga exitosa y todo lo que iba a venir después para
el género zombi en el cine. Analizamos esta mítica película.
Facebook:
EL SECRETO DE LA CAVERNA
Twiiter:
@Secreto_caverna
Correo:
elsecretodelacaverna@gmail.com
Web:
www.elsecretodelacaverna.es
www.ondacampus.es
Diana
María Quer López-Pinel, Yeremy Vargas, Madeline McCann, Manuela Chavero,.. son
nombres que ya a los españoles nos suenan porque los hemos escuchado
repetidamente por medios de comunicación. En este caso sólo he mencionado
nombres de personas jóvenes, y en su mayoría niños. Las de Diana Quer y Manuela
Chavero son las más recientes, desaparecidas durante este verano, y es curioso
pero es en esa época estival donde más casos se dan, dicen algunas fuentes que
es por la fuga de sus padres, cosa que es extraña cuando el margen de
desaparición ya es de semanas y hoy en día con la tecnología sería fácil poner
cualquier mensaje de forma instantánea de avisar de su marcha o incluso de
poder captar a esa persona. Es curioso, pero en este mundo tan globalizado por
Internet y redes sociales en los que estamos bastante controlados muchas veces
en el aspecto de lo que hacemos o decimos, siguen desapareciendo personas, no
sé si más que antes, pero las cifras son apabullantes. Y la contradicción que
descubro es que vivir ese drama es trágico sobre todo cuando te das cuenta que
de todo el control que existe ahora, no se tengan datos de muchas de esas miles
de personas desde que desaparecieron. Algo siempre se nos escapa.
Esos
expedientes de desaparición todavía no se han cerrado, aunque algunos quieran
darlo por más que explicado, pero sí que están en ese limbo del olvido y del
enigma de qué fue de ellos. Y casi que nos tenemos que remontar al año 1977,
aquel año se tiene constancia del primer niño desaparecido en España al que aún
no se ha encontrado: Francisco Román Fontalba, el primero de, triste y desgraciadamente,
muchos otros que llegarían en años y décadas posteriores. Una sombra muy
alargada la de estos desaparecidos, sobre todo niños, y eso sí que es
verdaderamente angustiante, cualquier desaparición, sí, pero saber que un niño
pequeño no vuelve a su hogar para seguir creciendo,… Ese fue el caso, por
ejemplo, de Yeremy Vargas, que el próximo año serán diez años de su
desaparición de este pequeño niño canario, con gafas y norme sonrisa, una
fotografía que hemos visto en los últimos años por nuestras cadenas de TV y en
la que prácticamente ya se le da por desaparecido totalmente.
La desaparición de Francisco Ramón Fontalba en 1977 fue de las primeras desapariciones mediáticas. |
El
caso de Yeremi no es el único, incluso, entra dentro de un archivo especial de
infantes desaparecidos pero distinto a otros casos como los de Ruth y José
Bretón, Marta del Castillo (de la que se deduce un asesinato pero sin encontrar
todavía su cuerpo), Mari Luz Cortés (ya encontrado su cadáver en su momento
pero también fue otro caso que trascendió a los medios), o el de Madeleine
McCann, que no sucedió en nuestro país pero que ha sido una zona donde se ha
buscado y a la que todavía se la busca con vida desde el año 2007. Estos son
los más recientes, ocurridos en nuestro nuevo siglo, ¿pero qué ocurre con el ya
mencionado Francisco Ramón Fontalba o David Guerrero Guevara, el famoso niño
pintor, que desapareció en 1987?
La desaparición de "El Niño Pintor", una de las más extremas. |
Y
mientras se encuentran, las familias viven en el drama. En la pregunta continua
de dónde pueden estar. Algunos periodistas y responsables de una fundación que
funciona para solucionar este grave problema en España, Paco Lobatón han sido de los pocos en pedir un informe anual
del número total de esos desaparecidos de los que a veces las cifras no están
muy claras porque existe un conflicto entre las asociaciones de desaparecidos y
el Ministerio del Interior. De alguna forma existe el conflicto entre
asociaciones y Gobierno por el simple hecho de que esto sigue pasando y no se
mejoran los medios para, por lo menos, mejorar la resolución de estos casos.
Claro, desde el punto de vista del Ministerio se dice, y esto es verdad
también, que muchos casos se resuelven lo que pasa que no se hace retirada de
esas denuncias.
14
mil expedientes abiertos de desapariciones desde los años setenta hasta ahora
son muchos. Sólo en el curso pasado, 2015, se tramitaron 900 denuncias de esta
índole. Normalmente en este caso hay un porcentaje altísimo de un 92% que
consiguen solucionarse, pero, ¿qué pasa con el 8% restante? De eso es de lo que
vamos a tratar con unos cuantos casos y la opinión experta sobre el asunto.
Según datos de SOS desaparecidos.
Caso de Manuela Chavero.
Desaparecida en Monesterio (Badajoz), el
04/07/2016
El pasado sábado 15 de
octubre se cumplieron 100 días de la desaparición de Manuela Chavero en
Monesterio, un pueblo del sur de Badajoz, cercano ya a Andalucía, y su paradero
sigue siendo una incógnita. La noche del 4 de julio de 2016 Manuela, de 42 años,
madre de dos hijos, y en trámites de separación, regresó a su casa de
Monesterio tras haber estado en el parque con su amiga María Cintado, como
cualquier día de verano. Los hijos de Manoli, como se la conoce, de 14 y 6
años, estaban en ese momento con su padre en Las Pajanosas (Sevilla). Según
María Cintado, amiga de Manoli, no vio nada raro en ella, esa tarde habían
hablado de sus cosas.
Al día siguiente, sus
familiares entraron en la casa al ver que no daba señales de vida. Estaba todo
intacto pero sin rastro de Manuela. La Guardia Civil y su familia sostienen que
no se marchó de forma voluntaria. ¿Por qué? Porque deja la televisión
encendida, igual que las luces del salón y la cocina. Nada está forzado en la
vivienda, situada a las afueras del pueblo. Están allí, intactos, sus enseres
personales, su teléfono móvil y su documentación. Sobre su cama se hallan los
pantalones que llevaba puestos el día anterior. Tampoco cogió las llaves y la
última conexión de su móvil fue a la 1:55 del 5 de julio. Tras el registro de
la casa no hay nada que indique la causa de la desaparición de Manuela. Y lo
más extraño aún es que el olfato de los perros de la Guardia Civil pierden el
rastro en la puerta de la casa. Eso quiere decir, según las investigaciones de
la Guardia Civil, que muy probablemente Manuela se subió a un coche.
El caso de Manuela
Chavero es el de una desaparición misteriosa, sin indicios, sin rastros pero
sus familiares y vecinos luchan por buscar una pista que ayude a encontrarla.
La familia se centra en alguien cercano que, presuntamente, la recogió en
coche. Incluso se ha hablado de alguien que estuviera obsesionado con ella, un
merodeador, un acechador, que la hubiese secuestrado y que la tuviera cautiva,
en contra de su voluntad. La casuística criminal indica que este móvil de
desapariciones es bastante habitual, sobre todo en otros países europeos. Es
una tesis factible. Luego se encuentra la figura de su ex-marido. Hasta donde
se sabe, había una buena relación con él aunque estaba pendiente una
liquidación de bienes gananciales que no se ha hecho aún, y que se iba a
judicializar en ese mes de su desaparición. Dado que los bienes no son muy
cuantiosos, esa línea se ha descartado por ahora.
El caso fue asumido por
la Policía Judicial de Badajoz, después de haber estado en manos de la Guardia
Civil de Zafra, cuyo Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 2 se
hizo cargo de las diligencias previas y decretó el secreto de sumario.
El pasado sábado 15 de
octubre unas 350 personas participaron en una gran batida en el entorno de
Monesterio para intentar encontrar algún indicio de Manuela Chavero. En ese
rastreo, donde se peinaron 27 kilómetros lineales y 15 puntos calientes, entre
ellos un pantano, participaron efectivos de la Guardia Civil, Policía Nacional
y Local, Cruz Roja, Protección Civil, voluntarios y familiares de otras
personas desaparecidas de las que no se sabe nada.
Se encontraron algunas
pistas e indicios que obran en poder de la Guardia Civil y que están siendo
analizados por si tienen que ver con la desaparición de esta mujer extremeña.
Fue una batida complicada y la más multitudinaria desde su desaparición. Ha
servido para encontrar huellas pero también para descartar hipótesis. En este
momento se está a la espera de ver los resultados de esas pistas, de quizá
volver a peinar la zona o de abrir nuevos hilos en la investigación.
Pese a que en las
últimas semanas ha tenido una mayor notoriedad el caso de Manuela Chavero, ha
habido un caso de desaparición que ha acaparado más la atención de la prensa
este último verano y es el de la joven Diana Quer. Se traduce en lo que algunos
expertos llaman el “síndrome de la mujer blanca desaparecida”, un fenómeno
sociológico estudiado en Estados Unidos según el cual a la audiencia le
interesan más los sucesos que involucran a mujeres jóvenes, atractivas y de
clase media-alta.
Cada año desaparecen en
España de media unas 10.000 personas. Algunas aparecen tiempo después -vivas o
muertas- y de otras nunca llega a conocerse su paradero. En estos últimos
casos, pasados los años -aproximadamente una década- son las familias quienes
solicitan al juzgado iniciar causas para declarar fallecidas a las personas que
permanecen desaparecidas. Principalmente para evitar problemas de herencia. Es
lo ocurrido en el caso del “niño pintor” de Málaga.
Esta sobre-atención que
prestan los medios a un caso de desaparición concreto tiene una bases concreta,
ha de cumplir, según expertos estadounidenses, con estos rasgos: ser mujer,
blanca, joven, atractiva físicamente, de clase media-alta o alta (familia
adinerada o con cierta influencia en su comunidad). Cuanto mayor sea el grado
de alguna de estas características, más atención recibirá por parte de la
prensa y, por tanto, de toda la sociedad. El caso de Diana Quer, como veremos
ahora, reúne todas ellas.
Caso de
Diana Quer López-Pinel.
Desaparecida en A Pobra do Caramiñal (A
Coruña), el 22/08/2016
Las luces del paseo de A
Pobra do Caramiñal aún se reflejaban sobre las marismas de la Ría de Arousa, en
Galicia, cuando se perdió la pista de la joven Diana Quer López-Pinel. La
última vez que alguien la vio pasaban las tres y media de la madrugada del
pasado 22 de agosto de 2016. La localidad gallega celebraba unas fiestas y,
tras despedirse de un amigo en la alameda, se supone que Diana emprendió rumbo
a su casa, situada en un alto que domina la bahía. A la mañana siguiente su
madre denunciaba ante la Guardia Civil su desaparición y comenzaban días de
angustia y zozobra para una familia y todo un pueblo.
Durante los primeros
momentos se vio cómo la madre y la hermana de Diana, Valeria, atendían a la
prensa con serena preocupación. Mostraba fotos de la joven, carteles con su
rostro y la descripción de la ropa que llevaba puesta: un pantalón rosa corto y
una camiseta blanca. También se mostró un inquietante mensaje de WhatsApp suyo,
en el que supuestamente le decía a un amigo que le estaba siguiendo un gitano.
Su madre, en declaraciones a los medios, mostró su preocupación porque Diana
tenía que pasar por una zona donde se encontraban los feriantes. Las pesquisas
descartaron rápidamente ese supuesto indicio, que señalaba a este colectivo,
habitual objeto de prejuicios, como es el gitano, gracias a las declaraciones
de los propios feriantes y de un joven. Leo fue la última persona que la vio y
que estuvo con ella.
Poco después aparece en
escena su padre, una persona adinerada, con prósperos negocios y con contactos
políticos y mediáticos, entre ellos con miembros de la cúpula directiva del
Partido Popular. En esos primeros días comparece ante los medios junto a su ex-esposa,
la madre de Diana. Hace cuatro años de su separación. Niegan reiteradamente la
posibilidad de una huida voluntaria de Diana.
Diana es una joven
inquieta de 18 años. Una de sus mayores ilusiones era sacarse el carné de
conducir y ser modelo. Su evidente atractivo físico le ayudaba. Durante sus
vacaciones en Galicia, iba a una autoescuela de A Pobra para preparar el examen
teórico antes de volver a Madrid, al acabar el verano. Diana, durante el resto
del año, residía en Madrid, en un chalet de unos 500 metros cuadrados en una
urbanización de clase alta de Pozuelo de Alarcón. Como muchos otros jóvenes de
su edad, tenía en las redes sociales una vía en la que mostraba fotos, vídeos,
pensamientos y algún mensaje. De ahí se puede reconstruir mucho sobre cómo
pudieron ser los últimos momentos antes de la desaparición de una persona. Uno
de esos mensajes de Diana alertó a la Guardia Civil, a pesar de que tenía más
de un año. Decía: “Qué bien me vendría desaparecer una temporadita”. Su padre
dijo entonces que la niña anímicamente estaba bien y motivada.
A partir de entonces
las cámaras de televisión toman el pueblo y el caso se mediatiza mucho más. La
desaparición ocupa muchas horas de televisión y las especulaciones, con más o
menos base, se suceden. La Infantería de Marina se suma a la búsqueda de la
joven mientras que los vecinos de A Pobra se movilizan y organizan batidas. Se
peinan los bosques y zonas cercanas en busca de algún indicio que pueda ayudar
a orientar las investigaciones.
Agentes especializados
rastrean el ordenador y las llamadas y mensajes, recibidos o enviados, desde su
terminal. A las cuatro de la mañana se desconectó y dejó de emitir señal
alguna. Se toma también declaración a su círculo de amistades de Pozuelo de
Alarcón. La Guardia Civil intenta reconstruir el entorno social y familiar de
la joven desaparecida para empezar a plantear hipótesis sobre lo que pudo haber
ocurrido, qué indicios se pueden encontrar.
El caso da un giro
cuando se conoce el cuadro de ansiedad sufrido por su hermana Valeria días
antes de la desaparición de Diana. Trascienden discusiones entre las dos
hermanas de manera periódica y en ocasiones con la madre de por medio. La madre
dice que son discusiones sin la menor importancia. “Todo esto desvía la
atención sobre lo que es realmente importante”, llega a decir la madre a los
periodistas.
Veinticuatro horas
después, el padre de Diana, Juan Carlos Quer, informa a la prensa delante de la
casa de su ex-mujer de que le han quitado a ella la custodia de su hija menor,
Valeria. Dice, además, una frase inquietante: “La retirada de la custodia de
Valeria llega tarde… muy tarde. Esta decisión debía de haberse tomado hace
mucho tiempo, para evitar situaciones como la que nos ocupa en estos momentos”.
La madre no vuelve a comparecer
ante los medios pero mantiene comunicación con algunos periodistas, a los que
les envía imágenes, mensajes… quizá para demostrar la buena relación con sus
hijas y desmontar la versión del padre.
Por primera vez, ambos dejan entrever que Diana sí que pudo volver a
casa, para cambiarse y volver a marcharse, con veinte euros en el bolsillo, sin
DNI pero con las llaves de casa.
La desaparición de
Diana Quer puso el foco sobre la desaparición en España de otras jóvenes. Hubo
familias que se quejaron de que no han tenido la misma repercusión mediática.
Una repercusión mediática que es muy desigual: la Guardia Civil tiene casos de
personas desaparecidas que están enquistados, en punto muerto, sobre los que
los agentes siguen trabajando, y que ya han dejado de ser objeto de interés
para los medios.
Según la Guardia Civil,
se barajan dos hipótesis: desaparición forzada o voluntaria, cada una a su vez
con varias posibilidades. La opción de la huida se empieza a desechar ya que
Diana, con dieciocho años, y mayor de edad por tanto, podría haber avisado a su
familia, al menos para decir que está bien, ante su lógica preocupación y la
expectación levantada.
Hay quien ve en su
familia un motivo de huida para Diana: con un hogar donde proliferan los
problemas; un divorcio traumático y un posible historial de malos tratos. Incluso
un episodio de anorexia. Y hasta una premonición de terror gótico, pues Diana
Quer, se ha sabido después, tuvo una hermana gemela que no sobrevivió al
contratiempo de un nacimiento prematuro.
Últimas pesquisas
A punto de cumplirse 60
días sin Diana Quer, la investigación podría dar un giro inesperado. Sin una
línea clara de investigación, nuevos testigos sitúan a la joven en la localidad
de Taragoña -donde su móvil dio la última señal- pero esta vez en compañía de
cuatro hombres.
Según informó hace unos
días La Voz de Galicia, Diana Quer llegó hasta el muelle de Taragoña, a
20 kilómetros de A Pobra Do Caramiñal, en un coche junto a tres individuos
alrededor de las tres de la madrugada. Una vez allí, la joven se bajó del
vehículo y se subió a otro donde le esperaba un hombre “de mala pinta”, como le
han descrito los testigos. En ningún caso presentaba indicios de llegar
obligada a la zona del puerto ni se introdujo en el segundo coche a la fuerza.
Las declaraciones de
estos testigos se han recogido en la última semana después de que estas
personas se pusieran en contacto con las fuerzas de seguridad. De esta manera,
ya son varias las conjeturas con las que trabajan los investigadores aunque,
por primera vez, coinciden las franjas horarias en las versiones dadas por los
testigos, que no viven en la zona y estaban de vacaciones.
El rastro del móvil,
clave
Desde hace varios días,
los investigadores están analizando la huella que dejó el móvil de Diana Quer
la noche que desapareció y rastreando las señales de otros teléfonos que
coincidan en el tiempo y en el espacio con el de la joven. El terminal de Diana
recorrió 20 kilómetros antes de apagarse, desde A Pobra do Caramiñal hasta
Taragoña, una parroquia de Rianxo en la que se emitieron las dos últimas
señales: una sobre las 3:00 y otra antes de las 4:00 horas, justo en rango
horario en el que los testigos la sitúan en el muelle de esta localidad.
Desde entonces, la
Guardia Civil baraja la hipótesis de que una persona llevase a Diana en su
coche de una localidad a la otra por la autovía de Barbanza, por lo que
rastrean las señales que otros teléfonos emitieron de madrugada en la zona e
intentan identificar a sus dueños. Sin embargo, se trata de un trabajo muy
complejo, y es que cada teléfono capta señales a través de diferentes
repetidores en función de la compañía a la que pertenezca, lo que obliga a los
investigadores a rastrear un gran número de señales.
Lo que sigue sin estar
tampoco claro es si Diana llegó a estar o no en la casa familiar. El de Diana
Quer es otro caso más rodeado de muchas incógnitas por resolver.
OTROS
CASOS:
Amy FitzPatrick
Era
residente de Málaga y se le perdió la pista cuando volvía a su casa de la urbanización
Rivera del Sol, después de haber pasado la noche en casa de una amiga. Sus
padres han recibido durante todo este tiempo llamadas falsas a su domicilio y
la hipótesis que se baraja es el secuestro, ya que una amiga explicó que en el
mismo camino donde se le perdió la pista a Amy, un hombre le había invitado a
subir a su coche.
Gloria Martínez
Desaparece
el mismo día que ingresa en un centro psquiátrico en el año 1992, concretamente
en la Clínica Torres de San Luis, en Alfaz del Pi. En un ataque de agresividad
que le entra a la chica, que padecía de problemas de ese tipo, la cogieron
entre cuatro profesionales de esa clínica para administrarle calmantes y
psicóticos y la chica consigue empujar a una de las auxiliares, salta por la ventana
de su habitación y salta al jardín del completo médico. Tuvo que saltar un muro
para abandonar finalmente el lugar porque no se volvió a saber más sobre ella.
*versión
del centro
NATASCHA
KAMPUSCH: Fue raptada en Austria en el año 1998, con 10 años. La niña fue
raptada por Wolfgang Priklopil, que durante ocho años la mantuvo cautiva en un
zulo de reducidas dimensiones. El 23 de agosto de 2006, aprovechando un
descuido de sus secuestrador, la ya joven, entonces tenía 18 años, pudo escapar
y pedir ayuda a una vecina. Poco después fue liberada por la Policía. Su captor
se suicidaba poco después saltando a las vías del tren. En estos 10 años
transcurridos desde su liberación, Natascha ha intentado superar las secuelas
de su cautiverio, experiencia que ha narrado en un libro autobiográfico: 3.096
días.
Ver
más en: http://www.20minutos.es/noticia/2828049/0/desaparecidos-casos-espana-pista-perdida/#xtor=AD-15&xts=467263
ENLACES:
OSDESAPARECIDOS
es una asociación sin ánimo de lucro constituida en Caravaca de la Cruz en el
año 2010 pero que está activa desde el 2007 y colabora en la difusión de
personas desaparecidas de cualquier edad, cuyos familiares no saben qué ha
sucedido ni dónde se encuentran.
Fundación
Europea por las personas desaparecidas QSDGlobal, presidida por Paco Lobatón.
0 comentarios:
Publicar un comentario