PROGRAMA 4X08 - EL GRAN MISTERIO DE ALASKA

ALASKA es una tierra considerada majestuosa por muchos exploradores y documentalistas que la han visitado, contiene muchas maravillas en forma de inmensos glaciares, valles en medio de la tundra que son bellísimos, una fauna exquisita, pero... también contiene muchos misterios. Misterios sobre todo referidos a desapariciones extrañas, luces que se ven en la noche y se confunden con fantasmas u ovnis. Repasamos algunos de los misterios más famosos que se cuentan en aquella que llaman "última frontera" y analizaremos qué ocurrió en Funny River.

ARCHIVO OCULTO: En plena Patagonia argentina se encuentra una base secreta que dicen algunos que es el Área 51 argentino, desde luego que allí se realizan experimentos espaciales pero en este documento secreto os vais a dar cuenta de a quiénes pertenecen esa enigmática base.

NOTICIAS: Comienza el proyecto para implantar el avión supersónico como desarrollo tecnológico para mejorar la comunicación entre países y continentes: China apuesta por a comunicación cuántica para mejorar las telecomunicaciones en el país; Grupo de arqueólogos españoles descubren un cartonaje en buen estado en una tumba egipcia de la ciudad de Luxor.

LA OTRA CARA DEL CINE: "Zombi: El Amanecer de los Muertos, (1978)". Continuamos con la famosa saga de zombis de George A. Romero en este caso con su segunda entrega y posterior secuela a la mítica "Noche de los Muertos Vivientes". Tiene mucho que analizar.

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 Carl McCunn es un fotógrafo que en el año 1981 hace un viaje en avioneta por Alaska y lo dejan en medio de la nada, en uno de los muchos valles que tiene esta región. Pues este fotógrafo, que iba cargado con unos 500 carretes, provisiones y armas para cazar comenzaba su aventura en solitaria por el paisaje frío alaskino, totalmente sólo, y fotografiando a su libre albedrío la vegetación, los animales y hasta la tundra helada. Y una vez dedicó horas y horas a esa excursión y experiencia solitaria vagando por ese paisaje, se da cuenta que el frío empezaba a hacer más mella, y que el avión debía recogerle a una hora determinada porque estaba sin víveres para sobrevivir en medio de la nada. Lo que empezó como un viaje de aventura, empezaba a convertirse en un miedo, en el miedo al que quizás se habían olvidado de recogerme y ahora me tocaba sobrevivir en medio de la tundra de Alaska.

Los meses pasaban y la situación comenzaba a ser crítica porque aparte de que la comida escaseaba, por lo que se dedicó a cazar a algunas presas del lugar, también era objeto de deseo de los lobos o de los zorros que le robaron algunos conejos de sus trampas. Esta misión de supervivencia le superó con el paso del tiempo, ni siquiera la policía de rescate canadiense pudo encontrar al fotógrafo McCunn. Lo encontraron muerto, herido de una bala en su cabeza (se entiende que pudo haber suicidio por desesperación) y un diario con el que guardó todo el transcurso de su misión desde que aterrizó en aquella avioneta. Carl McCunn muere con 35 años, en medio de la tundra helada de Alaska, junto a un lago y un valle sin nombre; y con un diario escrito con 100 páginas en las que todo comenzaba como otro aventura más, un viaje cualquiera en la que el fotógrafo realizaba su labor perdido en medio de la nada, y que acabó con unas notas de desesperación, miedo y de pérdida. Así acabó la triste vida de un fotógrafo naturalista en ese lugar que dicen que es maravilloso pero que también puede ser mortal. Así puede ser las dos caras de la extraordinaria tierra de Alaska.


Triste final para este fotógrafo, ¿verdad? ¿Cuántas veces habrá hecho misiones como esta y no habrá tenido problemas? ¿Cuántas veces habrá estado en esa tundra helada y nunca le ha pasado nada? Y su destino final parecía que estaba allí. Y fijaos la tremenda coincidencia que existe en el tiempo, Carl McCunn muere en 1981 en esa región, donde justo un año antes muere el naturalista más conocido de la historia de España: Félix Rodríguez de la Fuente. Un 14 de marzo de 1980 que muchas generaciones de entonces nunca iban a olvidar, y es curioso que Félix muere en un accidente de avioneta (hemos comenzado escuchando el sonido de la avioneta y hemos escuchado que si en la historia de Carl McCunn ha tenido importancia porque aquella avioneta que lo soltó por primera vez en Alaska en septiembre de del año 81, ya no volvería a subirse a otra avioneta más). Un comienzo y final casi similares, salvo que en el caso del “amante de los animales”, de Félix, encontramos una historia en la que puramente se aborda la conspiración que pudo haber tenido su trágico final (Cuarto Milenio lo analizó en su momento). Y de aquel gran reportaje que hizo el programa de televisión comandado por uno de los que es mayor fan de la huella que dejó Félix Rodríguez de la Fuente en la sociedad española de aquel tiempo fue una frase que el mismo Félix dijo cuando aterrizaron en Alaska (justo antes de producirse el grave accidente): “Qué bonito lugar para morir”.


Casi dos millones de kilómetros cuadrados para unas 800.000 personas.


Carl McCunn fallece en plena sierra de Brooks, y tras el macizo montañoso de Brooks no hay nada, solo la tundra helada y las gélidas aguas del Ártico. Está también el terreno del oso polar, tan feroz y a la vez tan diezmado por aquella zona, objeto preciado de cazadores. Y también encontramos por ese radio en la que McCunn quizás divagó las pequeñas comunidades de inuit (los esquimales de la zona). ¿Pudo haber visto también las famosas y misteriosas “luces del futuro”? un fenómeno parecido al de la auror boreal pero en este caso es otro tipo de fenómeno que se produce por el campo electromagnético de la Tierra que mezclado con la atmósfera y las partículas del Sol forman esa especie de arco iris que parece casi de película de ciencia-ficción. Se producen en la media noche, y más de una vez las han confundido con fantasmas, fantasmas que dicen muchos lugareños del lugar, que flotan en el cielo.

Un fenómeno interesante que crea su propia leyenda o mitología dentro de aquellas personas de Alaska que cada noche y entre ciertos meses y lugares determinados se pueden contemplar esas curiosas luces también llamadas “fantasmas”. Pero, ¿ustedes creen que ha habido historias de avistamientos ovni en Alaska? Por supuesto.

Nos tenemos que remontar a finales de los años ochenta, 1986, cuando un avión Jumbo viajaba sobre Alaska aquel año con una tripulación de japoneses que declararon haber visto tres objetos voladores no identificados. Fue un avistamiento que cuentan que generó una fuerte atención internacional y de hecho está considerado el caso más famoso visto sobre el cielo de Anchorage, de hecho, la historia oficial de este caso es que la Administración Federal de Aviación (FAA) lo investigó y confirmó de forma oficial que algo había detectado el radar del Centro de Control de Tráfico Aéreo de Anchorage. Este avistamiento le costó el puesto de piloto al capitán Terauchi, ya que se dedicó a contarlo en programas de radio y televisión de la época prácticamente sin tener oficialidad a la hora de contarlo y sin saber exactamente qué podía ser. Así que, los tres objetos voladores que se vieron fueron detectados por radar (tanto de tierra como de aire) y acompañado de testimonios. El testimonio más importante precisamente era el de ese capitán, con 29 años de experiencia, que dijo que uno de esos objetos eran una o dos veces más grande que un portaaviones. Esos objetos, dice, se pararon, y que emitían una luz tan fuerte (sobre todo del más grande) que podían hasta sentir calor en la cara. 6 minutos de observación dijo que aproximadamente duró esa visión, todavía un caso que está abierto pero que, sin embargo, desde la FAA atribuyeron a un fenómeno meteorológico ya que las distintas descripciones que dio la tripulación japonesa, no se apoyaban. ¿Qué fue lo que vieron de verdad? ¿Pudo haber sido un fenómeno parecido a esas preciosas “luces del futuro o fantasmas del cielo”? ¿o era en verdad un OVNI?

Algunos de los glaciares más espectaculares del mundo están en Alaska.

 De hecho, es curioso pero muchos astrofísicos estudian el permafrost de Alaska porque es similar ese terreno helado a uno de los satélites de Saturno, Encélado, que es objeto de estudio para saber si podría albergar vida, y por eso un buen objeto de estudio es el permafrost ya que contiene a poca profundidad placas de hielo bastante antiguas y que todavía podría albergar microorganismos que soportan extremas temperaturas a la baja. Un ejemplo de un mundo que podría contener vida subterránea como las lunas congeladas del cosmos, ¡quién sabe! De hecho, como curiosidad, Alaska ya ha demostrado contener bajo sus capas de hielo bosques prehistóricos con miles de años de antigüedad como el que se descubrió en el sur de la ciudad de Juneau, cuando se derritió el glacial Mendenhall. El hielo es tan importante en Alaska que ya no sólo es una de las grandes atracciones y gran enemigo de la región, sino objeto de mucho estudio por parte de científicos ya que incluso se piensa que pudo haber tenido efecto en el avance de poblaciones locales indígenas como los tlingit, aparte de que el deshielo que se produce pues tiene efectos tanto del clima, en la fauna y también en el abastecimiento de agua dulce. Quién sabe si ese hielo pudo haber sido utilizado como puente comercial con otro continente, Asia, porque son muchos los que creen que antes de que Cristóbal Colón descubriera oficialmente el continente americano, ya en Alaska pudieron haberse asentado rutas comerciales desde el continente asiático. Y la respuesta la podrían tener los numerosos objetos de bronce encontrados en algunos yacimientos, y que pudieron haber llegado de ese conocido estrecho de Bering. ¿Hace mil años ya era importante Alaska en la historia? Quizás fuera así.

Muchos misterios arqueológicos tiene el país como también lo demostraron esos dos cuerpos hallados de dos bebés en un campamento prehistórico situado en las estepas hace tres años. Son parte del misterio de la vida prehistórica de los antiguos linajes de los Nativos Americanos. Ambos fueron enterrados casi 12 mil años atrás, son el ejemplo de hallazgo de vida humana más antigua en Norteamérica y que podría demostrar que mediante ese famoso Puente de Beringia, la Siberia Oriental y Alaska tuvo mucha conexión no sólo física sino también de la llegada de otras poblaciones que pudieron ser los verdaderos ancestros de las gentes de esta “última frontera”.


Funny River

Ubicación en el borough de Península de Kenai en Alaska. Es el lugar donde más encuentros con lo extraño están teniendo, ¿cómo nos enteramos de los hecho que voy a contar a continuación¿ A través del mismo tipo de reportaje que publicaron muchos medios en el mundo, y aquí en España fueron los portales digitales elconfidencial.com y abc.com los que lo contaron casi de la misma forma. Y su origen procede de una investigación que realiza Alex Tizon, un escritor que es Premio Pulitzer, y cuenta ese reportaje que el escritor estuvo visitando Alaska en 2005 y se topó con una historia trágica y surrealista que él mismo tituló como un “fenómeno de una persona ordinaria que desaparece mientras hace una cosa ordinaria” (*él lo dijo en plural).

Su viaje por la región de Alaska le lleva a la península de Kenai (sur de Alaska), concretamente a su ciudad más grande, Soldotna (4 mil habitantes dice el censo que es lo que tiene en total). Allí conoce a la madre de Rick Hillsm Dolly, que le cuenta que su hijo desapareció en febrero de 2004 a los 35 años de edad cuando al llegar de realizar su jornada laboral en una plataforma petrolífera, coge su camioneta para recoger el cheque de ese trabajo en la ciudad de Anchorage y nunca más regresa a casa. Se puede pensar de forma cruel y bromista, “Claro, se ha largado con el cheque”. Este hombre tenía esposa y dos hijos, y no, no se fugó con el cheque: dos días después de la desaparición, encuentran su camioneta a 25 km de su casa cubierto por la nieve, con las llaves puestas, el carnet de conducir en el asiento del copiloto, y restos de huellas por el lugar que conducían al bosque aledaño. ¿Qué le pasó a Rick Hill? Su familia en un primer momento descartaron el tema del suicidio (un tema grave que se ha dado mucho por desgracia en Alaska), decían que le gustaba mucho salir por la noche y tomar todo tipo de sustancias pero que no pensaban que fuera a dejar a su familia desamparada. Pero entonces acuden a una adivina psíquica y ésta les dice que lo que le pasó fue que a Rick lo secuestraron dos hombres y que lo abandonaron en una zona de por allí cerca donde murió congelado, pero no hallarían su cadáver hasta diez años según la adivina (si esto se produjo en 2004 ya deberían haberlo encontrado según el pronóstico).

Hubo indicios de que su cadáver pudo haberse hallado precisamente diez años después, justo en el año 2014 cuando un gran incendio de gran magnitud quemó casi toda la península de Kenai y los bomberos encontraron varios restos de huesos calcinados y varios objetos comunes como un mechero, cuchillo de caza, teléfono móvil, monedas, botones,… Entonces la familia de Rick tenían la esperanza de que alguno de aquellos cuerpos calcinados fuese el de él, pero parecía que no.

Un año después de desaparecer Rick Hill, desaparece Richard Bennett, también en aquella misma península. A sus 39 años, vivía en un camión tráiler y cuando su familia va un día a visitarle descubren que ya no está en su automóvil-casa. Descubren al poco tiempo que sus posesiones habían sido trasladadas de ese tráiler donde las tenía una cabaña, y allí estaban como archivadas por cajas que estaban etiquetadas con los nombres de amigos y parientes, lo que daba a entender que podía ser una especie de herencia. Misma situación que en el anterior caso, la familia no cree que hubiera suicidio así que deciden buscar por el bosque ya que Richard era un hombre muy de la naturaleza, y al cabo de 4 horas encuentran un esqueleto humano que estaba a escasos 300 metros del tráiler (¿qué casualidad verdad?), aquel cuerpo estaba sin cabeza completamente y estaba vestido con unos vaqueros tipo Levi´s y una sudadera azul. En el tamaño y aspecto parecía ser el de Bennett, así que su familia estaban convencidos de que de verdad era él. Y así se confirmó meses después en un examen forense donde descubrieron una lesión que tuvo en una de sus extremidades en un accidente de moto. No se sabe realmente lo que le pasó, el hecho de encontrar el cuerpo decapitado puede generar cualquier teoría pero, ¿sabes qué conexión tiene esta desaparición con la primera de Rick Hill? Pues que el tráiler de Richard Bennett estaba a sólo 800 m de la camioneta abandonada de Rick.

Pues este caso produce un grave error policial que resuelve la teniente Kat Shuey, ya que ella se interesa por ambos casos así que decide pedir esa lista oficial de desaparecidos en las que aparecen los dos nombres mencionados. Entonces ella se da cuenta de un error casi de principiante, porque claro, si Bennett había sido ya enterrado según habían encontrado un cuerpo con sus características físicas ¿qué hacía todavía con la etiqueta de “desaparecido” en los archivos de la policía? Pues esta oficial descubre la pieza que faltaba de este puzzle misterioso: una carta sin enviar del laboratorio de ADN que confirmaba que el cadáver encontrado NO pertenecía a Richard Bennett, y esa carta estaba escrita 16 meses después de que la familia de Richard enterraran el cuerpo del que creían que era su hijo.

Así que se les envía una misiva a las dos familias que comenzaba de esta forma “Empiezo esta carta siendo consciente de que las palabras no pueden expresar adecuadamente la magnitud de la disculpa que su familia y usted merecen basados en los errores cometidos por los policías de Alaska”. En ella se explicaba a los Hills que se había encontrado el ADN de su hijo desaparecido en un cadáver que llevaba casi 10 años enterrado en una colina a apenas unos kilómetros de su casa. A los Bennett se les explicaba que el cuerpo del que pensaban que era su hijo no pertenecía a Richard Bennett, sino a otro hombre llamado Rick Hills, pero que el cadáver encontrado apenas unos meses antes en Funny River no era tampoco el de su hijo. En otras palabras, nueve años después de su entierro, no había ninguna pista física sobre el paradero de Richard Bennett.

Ambas cartas concluían de la misma manera: “Entiendo que no hay nada que pueda decir que repare la devastación que debe sufrir su familia. Por ello, lo lamento terriblemente. Firmado, coronel James Cockrell, director de Alaska State Troopers”. Poco después de recibir las misivas, ambas familias se pusieron en contacto para intentar atar cabos y compartir su dolor. Allí descubrieron que Rick y Richard, que nunca se habían conocido pero que seguro que se habían cruzado en varias ocasiones, tenían mucho en común: altura, peso, edad, la misma lesión en la pierna.

En julio del pasado año, el 'Alaska Dispatch News' informaba del descubrimiento de la identidad del cadáver de Funny River. Se trataba de James Allen Beaver, desaparecido en 2011 a los 42 años y que había sido compañero del instituto de Rick Hills. La familia Hills por supuesto todavía no saben nada de qué le pasó a Rick y por parte de los Bennett pues su padre Leon decidió mantener en secreto el error policial que se cometió a su mujer, que falleció el año pasado y ese secreto nunca llegó a saberlo en vida, que el cuerpo de su hijo hallado supuestamente muerto no era el de él.

En Alaska están acostumbrados a las desapariciones. Cada año, alrededor de 3.000 personas se esfuman en la península, una cifra aún más llamativa si tenemos en cuenta que en ella viven casi 800.000 personas, según el censo del año 2014. En muchos casos, estas personas aparecen, vivas o muertas: muchos exploradores y suicidas se decantan por la soledad de dichos parajes. En otros, las condiciones naturales del Estado americano, plagado de ríos, glaciares y un frío extremo, complican la búsqueda. Casi todos sus habitantes conocen a alguien que desapareció sin dejar rastro.


Ubicación en el mapa de Alaska de "Funny River".

Triángulo de Alaska

pedromariafernandez.blogspot.com

Trazado sobre el mapa, comprendido entre las localidades de Anchorage, Barrow y Juneau y dicen que es peor que el de las Bermudas.

Tiene una tasa de desaparecidos 16 veces mayor que la media de EE UU, y con desapariciones de aeronaves. Muchos científicos especulan que lo que puede existir ahí es un vórtice energético de tipo rotatorio. Las tribus locales lo achacan a “demonios” o “entidades malvadas”. ¿Causante de algunas misteriosas desapariciones?

“Si los glaciales hablaran…”








 

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