El famoso humanoide de
Atacama llamado “Ata” tiene más de 15 años de misterio, hasta hoy. Fue
descubierto en 2003 en el desierto de Atacama en Chile en un pueblo abandonado
y desde entonces su posible origen extraterrestre se sugirió como explicación a
su forma tan peculiar con ese cráneo alargado, cuencas oculares grandes y
hundidas, con 10 costillas en vez de 12 y un cuerpo sorpresivamente bastante
pequeño, de tan solo 15 cm (casi tan largo como un feto humano). Tiene una
estructura ósea tan particular porque parece tener la misma fuerza y desarrollo
óseo que el de un niño de 6 de ahí que se le diera esa etiqueta de un ser de
otro mundo o alguna especie nueva o incluso de que fuese un “fake” que los más
escépticos así lo han creído. Pero la explicación definitiva parece haberse
dado hace poco en la revista Genome
Research.
La diminuta momia se
descubre en el sitio arqueológico de La Noria, donde además ya ha habido
polémicas anteriores y problemas con saqueadores de tumbas porque allí hay una
vieja leyenda que nos habla de un tesoro que fue enterrado a finales del siglo
XIX por un cura. Pues este pequeño cuerpo momificado del que se cree que pudo
haber sido de una niña chilena se encuentra en una excavación cerca de la
iglesia del pueblo depositado en una bolsa de tela atada con una cinta, ahí
dentro de esa bolsita encuentran ese cuerpo pequeño tan extraño con sus brazos
pegados al torso.
Un empresario barcelonés
llamado Ramón Navia-Osorio adquiere esta momia y eso provocó indignación en
Chile porque se exhumó ilegalmente sin consultar al país. Ya en 2012 se lo cede
a un médico llamado Steven Greer para que lo analizara con rayos X y un TAC. ¿Y
por qué especialmente se lo cede a este señor? Porque Greer es el fundador de
Disclosure Project que según la descripción de su página web dice que se
dedican a «trabajar para revelar todos los datos sobre los ovnis, la
inteligencia extraterrestre y los sistemas avanzados de propulsión y de energía
confidenciales».
Greer, a su vez, aporta
muestras que obtiene de la médula ósea de Ata a un inmunçologo muy famoso de la
Universidad de Satanford en Palo Alto (Californa), Garry Nolan, y junto a su
equipo secuencia el ADN de Ata y concluye que su material genético pertenecía a
un ser humano, no a un extraterrestre. Así que el misterio de su origen parecía
claro científicamente, pero todavía faltaba la explicación de ese aspecto
físico tan inusual.
Así que Nolan comienza
a colaborar con expertos en genética de su misma universidad de Stanford y con
un equipo de biología computacional de otra universidad californiana para
analizar el genoma de Ata. Y con ese nuevo estudio descubren que Ata contiene
siete mutaciones distintas en sus genes, todos vinculados al crecimiento
humano. Así que la conclusión que parece ser definitiva por los expertos
científicos es que esa combinación múltiple de mutaciones pudiera haber
provocado esa anomalía esquelética de Ata, incluido su rápido crecimiento óseo
que tanto intriga. Es decir, creen que fue un feto humano de apenas 16 semanas que
o nació muerto o falleció poco después de nacer donde quizá incluso lo dejaron
morir por su terrible aspecto.
Pero a pesar de sus
estudios científicos, hay voces que todavía siguen creyendo que que esto tiene
origen extraterrestre. Greer ha dicho que aunque no saben exactamente cómo
catalogarlo, no es un humano deforme. Aun así, parece que muchos científicos se
han cansado del debate sobre lo que realmente puede ser Ata y por eso quieren
que se entierre de forma definitiva su misterio una vez se han realizado los
estudios pertinentes.
Algunas declaraciones
como las del paleoantropólogo y anatomista William Jungers (profesor emérito en
el Centro Médico de la Universidad de Stony Brook) han sido más certeras hasta
el punto de decir que: «el bombo del alien era pseudociencia estúpida promovida
para atraer la atención de los medios por eso cree que «este estudio tumba todo
ese sinsentido y pondrá a descansar a la pequeña Ata».
El debate también ha
ido un poco en derredor a algún tipo de especie que fuera propia de nuestro
planeta y que fueran parientes lejanos de nuestra especie humana moderna o que
fueran simplemente humanos con un tamaño inusualmente pequeño tipo pigmeo o más
apegados a lo fantástico como algún hobbit o duende antiguo.
¿Y sobre sus 7
mutaciones descubiertas? Fowzan Alkuraya, genetista en el Hospital
Especializado y Centro de Investigación Rey Faisal en Riad, Arabia Saudí, cree
que al menos una o dos de las siete mutaciones que contiene probablemente
causaron los problemas de crecimiento de Ata. Pero Nolan le discute su
afirmación y le dice: «Desgraciadamente, ese pobre bebé sacó un doble uno siete
veces con los dados».
Al no saber nada de sus
parientes, ni de sus padres, cuando fue enterrada hace 40 años esta pequeña
momia acabó solitaria en aquel desierto de la que muchos científicos creen que
debe volver allí a ser enterrada y descansar en paz fuese quien fuese.
Fuente: exociencias.com |
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