En esta sección
analizamos profundamente el éxito que ha tenido la serie de Netflix "La
Maldición de Hill House", basada en la novela homónima de Shirley Jackson
y que fue un relato inspirador para otros grandes genios del terror como
Stephen King.
En esta historia hay
elementos y reflexiones sobre el Más Allá y el mundo de los fantasmas que
analizamos con fragmentos de la serie incluso.
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Ha sido una de las
series más impactantes del pasado 2018 a nivel mundial. La hemos conocido
gracias a Netflix y nos ha aportado frescura en un género donde no ha habido
muchas series destacadas en los últimos años como es el terror (The Walking
Dead prometía mucho al principio pero con el paso de las temporadas se ha
convertido más en un drama humano que en una serie de zombis hambrientos y
salvajes; y American Horror Story puede ser de las más destacadas y premiadas
en los últimos años pero es verdad que aparte de esta no había ninguna otra que
pudiera asemejársela aunque sea en una sola temporada. Ha sido creada por Mike
Flanagan y se basa en una novela con el mismo nombre que fue escrita en 1959
por Shirley Jackson (una de las grandes influyentes de Stephen King, entre
otros autores del terror contemporáneo). Desde su estreno el pasado 12 de
octubre de 2018, con sus 10 episodios, cuentan la historia de la familia Crain,
los dos progenitores y sus cinco hijos, que se muda a una mansión con la
intención de reformarla y venderla pocos días después. Esta serie ha dado mucho
que hablar y de alguna forma recuerda al gran impacto que produjo True
Detective como una serie que se atrevía a ahondar más allá del argumento e irse
a partes que el público quizás no espera y de eso trata la originalidad.
De alguna forma cuando
terminas de ver la serie te das cuenta de que hay mucha herencia de ese Terror
Cósmico que plasmó H. P. Lovecraft en la literatura y del que también heredaron
muchos escritores del horror contemporáneo. Porque sí, vemos una enorme casa,
oscura, cuyos fenómenos extraños suceden ya no solo de forma espiritual, sino
también con efectos físicos. Como ocurrió en el caso documentado como real de
Amytville, la casa parece que cobra vida y se convierte ya no solo en un
personaje más de esta historia sino como ocurre con tantos casos de casas
encantadas o con hechos anómalos, en un canalizador o fuente de esas
experiencias paranormales que sufren las familias que las habitan.
Es verdad que la serie
también está llena de clichés, y esos clichés están precisamente en esa casa:
largos pasillos, varias plantas, un sótano que da pavor con solo ver sus
paredes, un gran recibidor y escaleras grandes hacia los dormitorios,…
prácticamente la casa podría ser reutilizable en historias de la literatura
clásica del terror que hemos leído y visto como Drácula, El Exorcista, El Resplandor,…
es decir, los grandes espacios o casas grandes invitan muchas veces a que esos
sucesos paranormales se desarrollen mejor. Grandes genios del pensamiento y del
estudio de la pisque humana como fueron Freud y Carl Gustav Jung se fijaron
precisamente en esos clichés, y casi que llegaron a la misma conclusión (por
una vez) de que un sótano oscuro como a tantos nos han perturbado desde niños
en las casas representa ese lado de nuestra mente más oscuro. Y esto aparece en
casi todas las series, películas o libros dedicados a una casa embrujada.
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La novela de Shirley Jackson de 1959 se vuelve a poner de moda con la serie de TV. |
De alguna manera aunque
la serie le haya dado ese toque de ficción y con varios clichés del mejor cine
de terror paranormal, la novela sí que tuvo varios episodios inspirados en
casos reales. De hecho, algunos de esos episodios reales fueron parte de la
vida de su autora Shirley Jackson (que murió de un ataque al corazón con solo
48 años). De hecho, la famosa casa Winchester de California fue su gran
inspiración para recrear esa enorme casa donde cuentan que se aparecen aquellos
espíritus de las personas que murieron a manos de ese famoso rifle Winchester
tan promocionado en los Estados Unidos. De hecho esa leyenda aun sigue viva, y
la casa puede ser visitada perfectamente en la ciudad de San José, pero cuentan
que todavía las voces y las sombras de todos aquellos que han perecido por
culpa de ese rifle están en esa casa.
El castillo Neuschwanstein
también sirvió de inspiración a Shirley para crear esta historia. Es uno de los
castillos más bonitos del mundo situado en el estado federado de Baviera y es
puramente de construcción medieval y de estilo muy romántico para este tipo de
historias oscuras, porque la autora también cogió esos sentimientos que tanto
nos perturban como la soledad o el miedo a la oscuridad para darle más énfasis
a esa historia de fantasmas familiar. Muchos otros casos de fantasmas y los
libros de brujería fueron la inspiración de Jackson para La Maldición de Hill
House.
En algún momento de la
serie se menciona que los niños veían a una especie de “Hombre Sonriente” en la
casa, y lo recuerdan también de adultos. También mencionan a una mujer que
llaman “la Señora del Cuello Torcido” (que esa tiene su explicación si veis la
serie), pero en el caso de ese “Hombre Sonriente” está basado en otro arquetipo
más de la leyenda de El Hombre del Saco u Hombre del Sombrero e incluso de las
apariciones de dormitorio.
La serie da miedo
precisamente porque hablamos de conflictos terrenales, que algunos médiums o
personas que son capaces de ver a los fallecidos dicen que es lo que de verdad
pasa con ellos y por eso se manifiestan: hay conflictos o problemas sin
resolver. Y eso es lo que da fondo como drama de esa familia numerosa y que va
a repercutirles luego de adultos. Buen
elenco de actores, buenas interpretaciones, buen guión, buenos efectos de
cámara y visuales…. Lo tiene todo para ser una serie que va a trascender en el
futuro.
Stephen King ha alabado
esta serie. Previamente la historia ya había sido adaptada en dos películas,
una en 1963 y otra en 1999. The
Haunting (Robert Wise, 1963) y La Guarida (Jan de Bont, 1999).
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