En este documento sonoro analizamos con el experto
divulgador de asuntos de criptozoología en España el fenómeno conocido como
"Alien Big Cats". Desde siglos atrás se han ido recogiendo
avistamientos e historias de enormes felinos vistos en lugares donde no
deberían. Las teorías son diversas, pero los encuentros con ellos han venido
acompañados de enormes sustos por los testigos. Lo analizamos, como también
analizamos las últimas informaciones sobre la clonación y algunos animales que
podrían traerse a nuestra era contemporánea.
Facebook: EL SECRETO DE LA CAVERNA
Twitter:
@Secreto_caverna
Correo:
elsecretodelacaverna@gmail.com
Web: www.elsecretodelacaverna.es
El
fenómeno comienza en los años sesenta, en los páramos ingleses. De repente, una
oleada de extraños animales parecidos a grandes felinos se mostraban en
determinados puntos de algunos condados británicos. Era difícil fotografiarlos,
como pasa con cualquier criatura anclada en la criptozoología pura y dura. Y
comienzan a surgir las primeras leyendas, como la de La Bestia de Exmoor: una extraña bestia de color negro como el
carbón que atacaba al ganado de la zona. Con el paso del tiempo los
avistamientos disminuyeron, y la leyenda cayó en el olvido pero todavía en el
lugar recuerdan el temor de aquella especie de animal enorme que era capaz de
matar a enormes reses y casi no dejar ni rastro.
Los
primeros sospechosos de aquellos ataques al ganado fueron hacia perros
salvajes, y en otros casos a los lobos (pero hay que tener en cuenta que estos
últimos fueron prácticamente erradicados en las islas británicas). Pero después
de la manera tan peculiar de despedazar el cadáver de un animal y la
desaparición masiva de cien ovejas como ocurrió a principios de los 80 en el
condado de Somerset, se creyó más en la teoría de un solo animal, y la clave
fue unas enormes huellas encontradas cerca de las fincas donde cazaba. Unas
huellas enormes y nunca vistas, no eran parecidas a ningún tipo de especie de
perro ni de un lobo.
Los avistamientos que se han reportado sobre enormes felinos en las campiñas inglesas son numerosos. Foto: supercurioso. |
El
prototipo de merodeador parecía más de un felino, pero no uno cualquiera, la
especie parecía ser la de un jaguar o un puma, pero mucho más grande. Las pocas
fotografías realizadas mostraban que tenía un pelaje completamente oscuro y por
la manera de las piezas de ganado muertas, la dentadura podría ser más afilada
y distinta al de un felino normal. Quizá por su enorme agilidad y velocidad las
fotografías siempre los han captado desenfocados, casi borrosos, pero la
silueta es clara. Ese aspecto cauto que siempre ha caracterizado en un felino
ha sido parte importante en este fenómeno de los “big alien cats”, ya que algunos dicen que siempre han querido
evitar al hombre. Estamos ante un caso de biología pura y dura mezclado con el
tema paranormal.
-
Las
teorías de lo que verdaderamente existen son diversas, desde que fueran un
cruce de distintos tipos de grandes felinos en libertad en los campos ingleses
hasta que fueran unos animales creados genéticamente en laboratorio y que
fueran liberados accidentalmente en las campiñas inglesas. Las últimas huellas
de aquellos “gatos grandes” las descubrió un agricultor llamado Peter Ward, la
encuentra claramente en su huerto después de que su ganado sufriera un nuevo
ataque misterioso. Aquella huella medía 9 centímetros de longitud. Desde la
Sociedad de Grandes Felinos de Gran Bretaña especulaban si pudiera haber sido
un gran puma, un leopardo negro o incluso un lince. Aun sin saber la especie,
lo que tenían claro es que eran grandes felinos liberados muchas décadas atrás
y que consiguieron adaptarse bien y reproducirse en la zona. Las declaraciones
que dejó aquel agricultor fueron estremecedoras:
“Cuando encontré la huella me sorprendí, pero
no por la huella sino porque unos metros antes había descubierto una puerta de
acceso totalmente destrozada. Cuando me acerque creía que todo el ganado habría
huido por la carretera, pero cual no fue mi sorpresa cuando constate que no
habían intentado huir, sino que estaban todos arrinconados en una esquina
muertos de miedo. Al inspeccionar la zona encontré esta huella, pensé que era
de un perro, pero luego me di cuenta de que pertenecía a un gran gato”.
¿Ataques
a humanos? ¿Antiguas mascotas? ¿Por qué las autoridades no le dan tan bombo a
estos avistamientos?
Foto: Tumblr |
A
partir de esas huellas encontradas uno puede empezar una investigación sobre
qué puede ser realmente pero la teoría de esa micro-evolución entre dos
especies es la que más se ha impuesto. Cuando se apareció aquella Bestia de
Exmoor, mucho pensaban que era verdaderamente un cruce entre leopardo y puma.
Cierto es que las imágenes, aunque no sean muchas, las que son más nítidas son
consideradas fraude.
Casos en España
En 1995, un ciudadano británico
tuvo un inusual encuentro con un felino misterioso en la sierra de Comares, en
la provincial de Málaga, España. Pocos años después, la región se vio invadida
por un grupo de peligrosos gatos grandes
que –con sus ataques a las granjas de la zona- provocaron el temor entre la población.
(Javier Resines)
Los
casos tan numerosos que se han recogido en Reino Unido desde los años 50 hasta
ahora son algunos muy similares a los ocurridos en España. A diferencia del
país británico, nuestro país tiene montaña y bosques con un clima y un
ecosistema propicio para que una especie de ese tipo pudiera tener una
población numerosa de varios miembros y convertirse incluso en un dominador de
esas lindes superando incluso al siempre admirado y temido lobo ibérico. El
episodio del que se tiene mejores registros es ese que os contaba antes, en la
localidad malagueña de Comares (situado en las estribaciones de los Montes de
Málaga a 703 metros sobre el nivel del mar), allí, en el mes de septiembre de
1995 todavía con un verano muy caluroso como suele ser habitual en el sur de Andalucía
un ciudadano británico es testigo de uno de estos felinos negros y extraños. El
hombre, (Ballan, era su apellido), estaba dando una vuelta con su ciclomotor,
realizando una pequeña ruta por zonas cerca de esos montes malagueños y hay un
momento en el que este inglés para para refrescarse y ve lo que parece un
enorme mastín grande y negro, pero más que un perro de presa, eso parecía más
ser un enorme puma. Aquel animal no parecía estar asustado, más bien al
contrario, parecía que le estaba rondando y además dando saltos como esperando
la ocasión de incluso atacar. Así que, el pobre Ballan coge su moto y emprende
una huida temerosa, acelerando lo máximo posible hasta perder de vista aquel
animal tan insólito que parecía acecharle, ¿qué hacía allí?
Ballan
vuelve al día siguiente, a ver si quedaba rastro de aquella fiera y así tener
la prueba de que fue real y no fue una alucinación producto del extremo calor.
Encuentra una huella, y sin tener la tecnología como tenemos ahora en la que
una simple fotografía o video puede ser una gran prueba, saca un molde de yeso
de esa huella de solo 40 mm de longitud pero insólita. Aquel caso en Comares
iba a ser de los primeros recogidos en Andalucía, y ya en el año 2002 se iba a
recoger otro y éste además con un título que iba a recordar al del condado
británico de Exmoor: “La Bestia de Genal”. Una especie de gato enorme, color
pardo, con gran cola y que se caracterizaba por dar unos grandes saltos. Y
otras localidades como Atajate, Benadalid y Jimera de Libarfueron escenarios de
ataque de este ser donde se recogieron potros muertos, borregos degollados y
desapariciones sin rastro de multitud de animales de granja. A pesar de las
muchas huellas de una especie parecida al puma que se encontraron en los campos
malagueños, la Guardia Civil siempre ha hablado de perros salvajes, y siempre
esa versión oficial ha chocado con lo que han visto los testigos, de ahí, que
muchos de esos dispositivos de búsqueda se paralizaran al poco tiempo.
Estamos
adentrándonos en casos muy de la “Andalucía más profunda y misteriosa”, y
parece que no han transcurridos tantos años de ello pero ahí están. Muchas
otras regiones españolas tienen sus casos, algunos más contrastados que otros,
pero la zona sur andaluza, sobre todo en la provincia de Málaga como os he
contado, tuvo mucha repercusión y el miedo en las buenas gentes de esos lugares
y de otros tantos de la gran región de Andalucía.
España
es un lugar donde el felino roda por nuestros paisajes ibéricos. Tenemos por
ejemplo el caso del gato montés, el lince ibérico (ahora con nuevas
repoblaciones en Extremadura) o la gineta. Lo que está claro es que esas
apariciones con testimonios no creen que sean de alguna de esas especies
propiamente de nuestros campos de la península, esto podría ser algo más, no
sabemos si estaríamos ante una nueva especie producto de una hibridación o algo
creado en laboratorio.
No
sabemos si otro de esos felinos híbridos ha estado rondando por la Sierra Norte
de Guadalajara. Desde el pasado mes de junio se ha estado viviendo con cautela
este caso que aunque la Guardia Civil haya dado una explicación oficial, el
caso parece no estar cerrado. Hace tiempo que no aparece públicamente un nuevo
caso de avistamiento pero incluso programas como Cuarto Milenio han dedicado
una investigación sobre la búsqueda de esa enorme pantera aparecida en las
inmediaciones de tres localidades. Y realmente es una “pantera negra” lo que
han visto los testigos. De todos esos testimonios hay uno que consigue
fotografiarlo y cuenta cómo tuvo que subir a lo alto de un cerro y ver una cosa
negra bajando por la loma, a 25 metros aproximadamente de dónde estaba no dudó
de que era una enorme pantera negra.
-
Un
animal grande y negro, algunos tenían claro que podía ser un gran felino, pero
otros no lo tenían tan claro. Agentes del SEPRONA se presenta en los lugares de
avistamiento donde reciben notificaciones (Bañuelos, Jirueque y La Bodera) pero
no divisan prueba alguna del felino. Aun así, no tardan en salir opiniones de
expertos que les dice a los vecinos que si la ven, no salgan a correr.
Este
caso que aun tenemos reciente ha tenido mucho impacto en prensa y redes
sociales, al igual que otro que no fue (porque éste por lo menos es muy
interesante a nivel de testigos e investigación policial), pero el año pasado
ocurrió un fenómeno relacionado con “alien big cats” en Valladolid. Todo ocurre
el 20 de febrero de 2017 en el municipio vallisoletano de Montemayor de Pililla
(de unos mil habitantes y que se encuentra al sur). Por entonces los vecinos
comienzan a ver una especie de jaguar en la zona de pinares cercana a la
pequeña localidad y dan aviso a las patrullas del Seprona para que la busquen.
Las especulaciones se difunden tan rápido que la alarma social no tarda en
encenderse. Ya en el pueblo se había establecido que un felino se había
escapado de una finca y que había matado a un caballo y varios perros, por lo
que hasta el alcalde de Montemayor tiene que declarar ante los medios que sus
vecinos no querían salir a la calle ni pasear con sus mascotas. El miedo se
había difundido muy rápido y las redes sociales iban a ser protagonistas por
las imágenes que se iban a difundir Twitter y Facebook.
Y
se publica la foto de una especie de felino con manchas que está cerca de una
pared blanca donde podemos interpretar como una casa o cortijo por el que
estaría rondando. El alcalde publica un bando el 23 de febrero del año pasado en
el que comunica que "dada la gravedad de la situación” y ante la
posibilidad de que exista un felino suelto, se pide a los vecinos que extremen
las precauciones mientras se averigua qué ha sucedido. Con ese escrito, las
especulaciones entre la población se acrecientan y las redes sociales se siguen
llenando de rumores, noticias contradictorias de ataques y avistamientos y teorías
de que ese felino era falso o que se había escapado de una finca donde se
realizan cacerías ilegales. Poco a poco se establece la calma y la razón en la
zona ya que la ola de noticias y rumores sobre el jaguar se paran de un día
para otro. La Guardia Civil no encuentra nada, y registra fincas cercanas. Finalmente
este caso termina con la confesión de que la fotografía era falsa, y que
correspondía a un jaguar real pero aparecido en México, así que, el efecto
contrario de las redes sociales, ya no se vuelve a hablar más del jaguar, ya
que no había caso es como si de repente el bicho se evaporara y Montemayor
vuelve a su vida normal sin ser el municipio donde el jaguar acechaba. El
efecto Guerra de los Mundos de Orson
Welles termina, pero para que veáis el poder que tiene una fotografía y más
cuando se alimenta de un sentimiento del que aprendemos mucho y que no queremos
sufrir como es el miedo.
No
sabemos si el caso de la “pantera de Guadalajara” podría acabar como “el jaguar
de Valladolid”, desde luego que está teniendo el mismo espectáculo mediático
pero cada caso es distinto y los procedimientos de investigación también. Hay y
ha habido casos reales, pero la proporción de estos respecto al número de
denuncias y avistamientos es residual como he leído en un artículo. Hay libros
publicados sobre esto, Mistery Big Cats, de Merrily Harpur, y ya en este
trabajo se analiza las “conmociones por gatos”, y es que en Reino Unido estas
conmociones se dan miles de veces al año (Gales posee una Unidad de
Avistamiento de Gatos Grandes, aunque sus capturas se cuenten con los dedos de
la mano).
Una pantera negra descansa esperando al próximo momento en el que se pueda aparecer de forma inesperada en un lugar donde no debe. Estaremos atentos. |
0 comentarios:
Publicar un comentario