En esta sección contamos ese proyecto multimillonario
secreto del empresario Dmitry Itskov, que en el año 2011 inició su idea de
convertir al ser humano en inmortal gracias a la singularidad tecnológica y a
la biotecnología.
El proceso consta de cuatro fases y ya estamos metidos de
lleno en una de ellas, ¿se consguirá?
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Para comprender el tema a tratar esta semana debemos adentrarnos a algunos conceptos de hoy en día, de lo ya planteado y de lo que se está haciendo con el inmediato futuro. Porque todo esto aúna el genoma humano, el transhumanismo, la inteligencia artificial o la criogenización.
En
el tema de la criogenización ya es una realidad en algunos centros de
fecundación in vitro, pero quizá los proyectos más ambiciosos alrededor de este
concepto es lo que propiamente define: la posibilidad de congelar humanos para
futuras reanimaciones, algo que ya se trató en La Caverna el 27 de febrero de
2019 en una breve entrevista con el doctor Javier Cabo.
De
hecho, en Rusia y Estados Unidos ya se tienen alrededor de un millar de
cadáveres criopreservados. Lo que pasa que todavía es una ciencia que aún se
está estudiando profundamente porque el problema está en cómo esas partículas
de hielo que se forman en el organismo durante el proceso de congelación
podrían causar daños cerebrales irreparables. Por eso la criónica está
desarrollando crioprotectores que tratan de evitar esa congelación reemplazando
el agua dentro de las células y que son distribuidos por los vasos sanguíneos.
Ya existen muchas empresas en el mundo dedicadas a la criogenización. // Fuente: Cinco Noticias |
Esa
es una de las formas para conseguir esa ansiada inmortalidad planteada desde
que el ser humano fue dotado con el uso de la razón y fue avanzando en el
procedo médico y tecnológico para lograrlo, pero ahora tenemos la robótica y
esa creación de seres artificiales que imitan órganos humanos de una manera muy
similar. Y para esto siempre es bueno recurrir a la ciencia ficción, como en
una escena de la película Robocop (2014):
Pues
bien, un empresario ruso de 39 años llamado Dmitry Itskov dijo hace más de un
lustro que en menos de 30 años podremos soñar con una vida eterna en forma de
avatares. “Iniciativa 2045” se llamó el proyecto que en primera instancia este
empresario puso en marcha en el año 2011 y que quizá aprovechando el tirón de
la película de James Cameron de hace apenas dos años antes o quizá porque es un
término que en la comunidad virtual es más conocido decidió rebautizarlo como
“Proyecto Avatar”. Hablamos de un desarrollo tecnológico que en las propias
palabras de Itskov “la aplicación de tecnologías de órganos artificiales
cibernéticos y sistemas podría suponer el trasvase de la muerte individual del
ser humano a un sustrato no biológico”. Bien, ¿cómo llega este señor a esto?
Pues primero empezando por una crisis existencial que tuvo con 25 años (ya
sabéis lo que dijo Einstein, “en tiempos
de crisis, es cuando nacen las oportunidades”) en la que llegó a la
conclusión (como hemos llegado todos alguna vez) que vivir únicamente para
trabajar, ganar dinero y finalmente morir… no tiene ningún sentido. Pero, a
pesar de ese sentimiento existencial, se hace multimillonario creando su propia
empresa llamada Media Stars, un
imperio digital que aglomera diversos medios online.
Y
al igual que le pudo haber pasado a Elon Musk en su momento, quiso revolucionar
el mundo de la tecnología aplicándola a los problemas actuales del hombre y lo
que provoca muchas muertes en el mundo: el hambre, las guerras y las
desigualdades. Por tanto, creó “Proyecto Avatar” como un plan ambicioso a medio
plazo y para ello reunió a un grupo de científicos de distintas disciplinas
para alcanzar la inmortalidad mediante herramientas científicas-tecnológicas.
Ahora,
su proyecto puede conllevar un debate ético y filosófico importante hasta el
punto de que se puede crear que lo que ha estado tratando es: erradicar la vida en la Tierra (como así
se plasma en un párrafo de este artículo publicado en el portal gizmodo). Su
proyecto consta de cuatro fases representados con las primeras cuatro letras
del abecedario (A, B, C y D) y cuyo fin llegaría en el año 2045 con la creación
de ese holograma o avatar con el que se superaría a la propia mortalidad. Ahora
mismo, estaríamos finalizando la primera fase (Fase A) que sería: Una copia robótica de un cuerpo humano
controlado remotamente a través de BCI. Fase que comenzó en 2015 y
terminaría en este año porque a partir de 2020 comenzaría la Fase B: Un avatar en el que se trasplanta un cerebro
humano al final de la vida (hasta 2025). Y la penúltima sería en el periodo
entre 2030-2035, Fase C: Un avatar con un
cerebro artificial en el que se transfiere una personalidad humana al final de
la vida. Es decir:
- Primera fase (A): se pretende crear un
robot que sea capaz de interpretar nuestras ondas cerebrales para poder ser
controlado por nosotros mismos. ‘Avatar A’, entre 2015 y 2020.
- Segunda fase (B): se trasladarían los
pensamientos a un cerebro robótico tras la muerte del individuo. ‘Avatar B’,
entre 2020 y 2025.
- Tercera fase (C): se intentaría
trasvasar la personalidad de un sujeto a un cerebro sintético. ‘Avatar C’,
entre 2030 y 2035.
- Cuarta fase (D): una vez trasladados
la personalidad y resto de estructuras mentales a un ordenador, éste se
convertiría en un holograma que incluso podría viajar a la velocidad de la luz.
‘Avatar D’, entre 2040 y 2045.
Esquema fotográfico de las distintas fases de la 'Iniciativa Avatar 2045'. |
Pero
dejando de lado ideas filosóficas y del tiempo de vida que tenemos cada uno, la
idea de Itskov no deja de ser rompedora: tratar
de hacer accesible la eternidad almacenando y descargando datos, simple pero
complicado (como se cuenta en el artículo de gizmodo).
Esos
entes cibernéticos llamados avatares sería la solución final a esas cuestiones
de vida y muerte que tenemos a diario en el mundo y que hoy en día se estarán
plantando más que nunca con la pandemia que estamos viviendo ya que la base
sería el cuerpo biológico: se
desarrollará un sistema de soporte vital para alojar un cerebro humano dentro
del avatar y mantenerlo vivo y funcional (Fuente: gizmodo), en definitiva,
una especie de cuerpo humanoide.
Ni qué decir tiene que aunque muchos medios han replicado
la noticia y se han realizado muchos artículos debatiendo esta cuestión
antropológica y tecnológica que cambiaría el devenir de la humanidad a partir
del año 2015 con el proyecto final y si se consiguiera aplicar al resto de la
sociedad humana independientemente de cómo estemos para entonces, esto es un
proyecto que se está realizando desde la mera prudencia y el secretismo. Por lo
tanto, estamos ante uno de los misterios de la ciencia actuales y futuros que
habrá que seguir con lupa.
En definitiva, el Proyecto Avatar consiste en aunar el
progreso tecnológico y la inteligencia artificial para alcanzar la inmortalidad
humana. En muchas organizaciones que investigan el cáncer y cómo curarlo se han
aventurado a dar una explicación más sencilla de esta idea de Itskov, como la
de Martine Rothblatt, fundadora de CEO
United Therapeutics, que en el número 229 de la revista Enigmas donde se contó ampliamente en un
reportaje realizado por Claudia Madrid Moctezuma declara que “la vanguardia de
la biotecnología está en el dominio digital, donde sea viable el trasplante de
la mente de un cerebro o un cuerpo enfermo en fase terminal, a un sustrato
computacional. Esto permitiría la inmortalidad de la conciencia de una persona.
El individuo permanecería biológicamente vivo a través de un software”. Proceso que trata de realizar
esa “Iniciativa 2045” o ‘Proyecto Avatar’.
Así que, ¿seremos testigos dentro de 30 años del resultado
de lo que se ha denominado Singularidad Tecnológica?
Singularidad Tecnológica = corriente de estudio en la que
el progreso tecnológico y la inteligencia artificial se aúnan para, en este
caso, llegar a una situación impredecible: la inmortalidad humana.
ENLACES
Revista
Enigmas nº 229
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