Después
de 13 años de desaparición y siendo uno de los casos más mediáticos del nuevo
siglo, desde Alemania han señalado a un nuevo sospechoso con antecedentes de
abusos a menores.
Un
nuevo rompecabezas que se une a una historia con muchas teorías oscilantes pero
que todavía no muestran qué le pasó a la pequeña 'Maddie'.
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En
el año 2013 saltó a la prensa un retrato robot de un joven alemán de ojos
grandes y cabeza rapada y una fotografía en color de una autocaravana en blanca
y amarilla que utilizó este nuevo y último sospechoso de uno de los casos más
polémicos y mediatizados en la desaparición de la niña Madeleine McCann, aún
sin resolver.
Ese
retrato pertenece a un hombre alemán de 43 años llamado Christian Brueckner,
que actualmente cumple una condena de siete años en una cárcel de Kiel en su
país natal por violar a una turista estadounidense de 72 años en Portugal. Y
ahora es a este sujeto al que se señala como el causante de la desaparición de
la pequeña Madeleine hace trece años.
Trece
años de un caso (conocido como ‘caso Maddie’) que nos tuvo en vilo, con esa
imagen de dos padres desesperados, llorando en público, pidiendo justicia, una
investigación ardua con muchos flecos extraños y la imagen de una inocente niña
con la boca entreabierta y esa mancha en uno de sus ojos que circuló por el
mundo y que se nos quedó grabado en el inconsciente y pensando y especulando
qué le pudo pasar realmente.
Pues
ahora surge de nuevo este sospechoso, al que ya se señaló en 2008, pero que
apenas se ha mencionado por encima en algunos medios teniendo en cuenta que
esta noticia surge con una pandemia y unos disturbios sociales importantes
detrás, por lo que como el caso Madeleine McCann ya queda muy lejos, ha pasado
desapercibido pero no para algunos portales de información online. El semanario
alemán Der Spiegel, a través del
fiscal Hans Christian Wolters que este nuevo sospechoso tiene el perfil exacto
que pudo haber cometido ese secuestro al ser un depredador sexual múltiple ya condenado
por crímenes contra niñas pequeñas. En 2017 fue extraditado por Portugal a
Alemania por tráfico de drogas, robos en hoteles y en casas de vacaciones
concretamente en una de las zonas más turísticas como es El Algarve. Y entre
1995 y 2007 se reportaron varios casos de abuso a menores en Portugal que fue
el periodo en el que este individuo estuvo viviendo. Resumiendo, según desde la
Oficina Federal de Policía Criminal de Alemania, Christian (natural de la
localidad de Wurzburg) tiene 17 condenas contabilizadas en el país germano por
delitos de abuso y pornografía infantil, más asaltos, robos, así como conducir
sin licencia o bajo los efectos del alcohol.
Y
todo este historial y este nuevo sospechoso surge una vez han pasado justamente
13 años de una desaparición muy mediática y extraña que ocurrió en el complejo
turístico Ocean Club de Praia Da Luz en pleno Algarve portugués y todos
conocemos los hechos a estas alturas: una familia británica conformada por el
matrimonio Gerry y Kate (médicos de profesión) estuvo allí alojada pasando unas
vacaciones con otro grupo de amigos con niños y una noche apacible del mes de
mayo se encontraban cenando a unos 200 metros de la habitación donde dejaron
durmiendo a sus tres niños pequeños (Madeline y los mellizos Sean Y Melanie),
pero cuando volvieron la mayor, de solo 3 añitos, no estaba; es como si se
hubiera desvanecido por completo, no dejó ni rastro.
Christian
ha estado en la principal lista de sospechosos desde el inicio pero la
investigación lo descartó primero en 2008, y luego volvió a señalarlo en 2017
por nuevas apelaciones que la policía recogió a través de conocidos cercanos al
individuo. Hay pesquisas que coinciden en la que Christian estuvo precisamente
en la localidad costera de Praia Da Luz justo en el momento en el que la
pequeña desapareció y que estuvo viviendo en una autocaravana VW T3 durante
varios días o semanas.
La
tarde de ese 3 de mayo, que fue el día que desapareció la pequeña Madeleine, se
avistó a dos hombres de cabello rubio paseando cerca del complejo donde estaba
el apartamento de la familia McCann. Uno de ellos, creen, que pudo haber sido
Christian por tener el cabello de ese color por entonces. También se sabe que
tuvo en su propiedad un automóvil marca Jaguar con matrícula alemana XJR6 de
1993 y que lo tuvo aparcado en aquella región del Algarve. Vehículo cuyo
registro cambió un día después de la desaparición de Madeleine.
Los
fiscales de Alemania, que son los que han aportado esa información, creen que
la niña a estas alturas esté muerta por lo que dicen que tienen la “evidencia
casi exacta” para presentar cargos contra este sospechoso de asesinato. Pero
los padres, a través de su portavoz, no pierden la esperanza de que esté viva
aunque a la misma vez son realistas y que no lo esté. Ahora mismo, la niña ya
tendría 16 años por lo que sería una adolescente total.
A
Christian B. también se le ha relacionado con la desaparición de otra joven
alemana llamada Inga en 2015, ya que en 2016 le incautaron un USB con
pornografía infantil en su propiedad de Neuwegersleben por una nueva
investigación de abuso sexual cometido por él mismo.
Christian Brueckner ha sido siempre señalado como uno de los principales sospechosos del 'Caso Maddie', pero nunca se ha encontrado una prueba fehaciente de ello. Eso sí, su historial es de un auténtico depredador sexual de menores. |
Robert
Murat y Sergey Malinka fueron los primeros sospechosos y se les interrogó
durante horas, revisaron sus equipos informáticos, se excavó en el jardín de
sus casas allí en Praia Da Luz donde residían… pero no encontraron nada. Y al
no encontrar más sospechosos ajenos a la familia o al recinto donde estuvieron,
ya la policía portuguesa empezó a señalar a los padres, y de ahí surgió una
investigación y un “tira y afloja” entre los padres y el inspector del caso por
aquel entonces, Gonçalo Amaral, que siempre creyó que los padres fueron los
responsables del asesinato y desaparición de su hija contándolo en un libro
llamado ‘Maddie la verdad de la mentira’ y
que curiosamente en el documental publicado en Netflix hace un año ‘La
desaparición de Madeleine McCann’ salió como uno de los entrevistados contando
pruebas y relacionando la trama con los padres como la que usaron con los
perros rastreadores de sangre y cadáveres que se pusieron muy nerviosos y
ladraron en dos zonas concretas de la habitación y en el maletero del coche de
la familia.
La
relación entre el ex inspector y el matrimonio nunca fue bueno y los padres
denunciaron a Amaral a pagar una indemnización de más de 500 mil euros por
difamaciones.
El libro donde el ex inspector de policía, Gonçalo Amaral, relata algunos hechos misteriosos del 'Caso Maddie' casi llegando a culpar a los padres por homicidio imprudente. |
Los
McCann siempre han cargado duramente contra la policía portuguesa. Pero el
misterio confluye a veces en la disparidad de testimonios entre el grupo de
amigos, la familia y los sospechosos que se relacionan con el caso y que aunque
coincidieran en el tiempo al final nunca se muestra una prueba real y concreta
de que raptaran a la pequeña Maddie.
Como
los McCann salían públicamente cada día a los medios e incluso recaudaron
fondos para la investigación del secuestro, decidieron contratar a detectives
privados de distintas organizaciones y empresas para limpiar la imagen del
matrimonio como sospechosos. En el documental de 2019 se entrevista incluso a
un detective español, Julián Peribánez de Método 3, como uno de los que fue
contratado para seguir la pista de Robert Murat. Esa investigación privada que
trabajó en secreto para el matrimonio McCann siempre creyó en que la niña pudo
haber sido víctima de una red de trata o de un accidente cercano que le ocurrió
y la borraron del mapa para no dejar pistas ni huellas.
La
presión enorme que tuvo en los medios de comunicación produjo que en 2009
Scotland Yard, el Ministro de Interior Británico Alan Johnson y Theresa May dos
años después con aquel mismo cargo, pusieron en marcha la ‘Operación Grange’ para dar por fin con el paradero de la niña
consiguiendo entrevistar a más de 1.300 personas y con llamadas y fotografías
de que la niña había sido vista en Marruecos, en España, Portugal, Grecia o
Turquía. Una operación que ha costado más de 15 millones y muy criticada por
algunos ciudadanos británicos ya que se financia a través de dinero público más
las donaciones particulares.
Los padres posan con una fotografía de Madeleine reconstruida con su aspecto a la edad de 9 años. |
¿Por
qué se cree ahora que ese tal Christian Braunschweig? Pues por esa declaración
de un conocido suyo reflejado en un mensaje de chat en 2013 que de forma
escalofriante decía que “sentía el deseo de cazar algo pequeño y utilizarlo
durante días”, y que cuando este conocido le dijo que eso podría ser peligroso
Christian B. le contestó “Bah, si luego se eliminan las pruebas”.
Otro libro destacado es 'Madeleine' de Kate McCann, la madre de la pequeña cuenta detalles del nacimiento de su primogénita hasta el día que desaparece. De esta manera, Kate quiso mostrar el profundo amor que sentía por su hija y que en ningún momento se atrevería a hacerle daño.
Continúa el misterio de uno de los casos de desaparición más mediáticos que han existido y que está sin resolver.
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