En esta sección nos adentramos a hablar de las tormentas solares, cómo se originan, cómo afectan a nuestra tecnología y comunicaciones y casos históricos que ha habido. Al final, no dejan de ser fenómenos naturales que aunque se originen fuera afectan a nuestro planeta y al entorno. Ha habido muchos estudios científicos e invenciones dedicadas a profundizar más en su estudio y a evitar que nos afecten de manera masiva. Y por supuesto, tienen que ver también con la vida que le queda al Sol.
Facebook: EL SECRETO DE LA CAVERNA
Twitter: @Secreto_caverna
Correo: elsecretodelacaverna@gmail.com
Web: www.elsecretodelacaverna.com
La energía solar es algo vital para la vida en el planeta Tierra. El problema viene cuando esa energía llega con tanta fuerza que puede afectar nuestros satélites, red eléctrica y todas las comunicaciones. Se llevan décadas investigando y controlando las tormentas solares y cómo afectan a nuestro planeta que los últimos años se ha demostrado que son un verdadero peligro y en un fenómeno natural tan difícil de controlar como cualquier otro que se origina en la superficie.
Nuestro Sol es como una central gigantesca de fusión nuclear. Cuando la tormenta solar es escupida por nuestro Astro Rey, afecta en primer lugar a las capas más externas de nuestro planeta como son la ionosfera y la magnetosfera. En teoría, una tormenta geomagnética puede afectar a los sistemas basados en la electricidad, como las redes de alta tensión, los gaseoductos y oleoductos, los cables de telecomunicación a larga distancia, los sistemas de señalización terrestre, o los de comunicaciones y navegaciones, como el GPS o las ondas de radio y televisión*.
*https://www.consumer.es/medio-ambiente/tormentas-solares-como-afectan-a-la-tierra.html
 |
| Grabado-representación del famoso "evento Carrington" de 1859. // Fuente: xlsemanal.com |
Como grandes antecedentes históricos y recogidos podríamos destacar cómo en 1859, uno de estos fenómenos estropeó algunas de las mayores redes mundiales de telégrafos; conocido como el «evento Carrington», por el astrónomo que lo midió, la vida de los ciudadanos no se vio tan afectada en aquel entonces porque la energía eléctrica apenas estaba entrando en la sociedad. Pero un siglo más tarde, en 1989, se produjo otra gran emisión de masa procedente del Sol que provocó una avería en la central eléctrica en Quebec (Canadá) que dejó sin electricidad durante más de nueve horas a seis millones de personas en todo el país y en parte del país vecino, EE.UU., donde algunos satélites fallaron y modificaron sus órbitas.
En
su momento (hace más de una década), una compañía estadounidense llamada
MetaTech, especializada en daños electromagnéticos, que ideó la manera de
añadir unas pequeñas resistencias en las conexiones de los transformadores de
tierra como una forma de reforzar las redes de suministro contra las tormentas
solares que reducirían de forma significativa la cantidad de corrientes
geomagnéticas inducidas en el flujo de red, según dijeron los expertos de esta
compañía. Esas resistencias tendrían el tamaño de una lavadora y estarían
fabricadas en hierro fundido o en acero inoxidable y en su momento anunciaron
que el precio no sería superior a los 30 mil euros.
1859:
el año en que una tormenta solar provocó auroras en Cuba y Chile
 |
| Representación gráfica de la tormenta solar de 1859 y sus efectos hoy en día. // Fuente: twitter.com |
Las tormentas solares tienen un nombre científico más específico reconocidas por EMC (Eyección de Masa Coronal) o CME, en sus siglas en inglés (Coronal Mass Ejection). Y la recogida y estudiada por Richard Carrington en plena era victoriana (un 2 de septiembre de 1859) fue tan espectacular que si se produjera hoy en día podría arrasar con muchos de los satélites en órbita o incluso matar a algún astronauta que esté surcando el espacio o saliendo simplemente de la ISS (Estación Espacial Internacional) a reparar cualquier avería. Lo que se sabe de aquel evento es que las particulares proyectadas por el Sol llegaron a la Tierra 17 horas después de producirse aquella CME y que como cuenta el divulgador científico Daniel Marín en su blog, “ por suerte, el campo magnético terrestre se encargó de dirigir la mayor parte del flujo de partículas letales hacia los polos. La atmósfera, nuestra última línea de defensa espacial, absorbió el grueso de la radiación nociva. Pero los efectos de la tormenta no pasaron desapercibidos. Aparecieron auroras por doquier, incluso en zonas tan alejadas de los polos como Cuba o Santiago de Chile. La luz de las auroras era tan intensa que se podía leer el periódico de noche cerrada. Cuenta la leyenda que el resplandor era tan llamativo que despertó a varios grupos de mineros que buscaban oro en las Montañas Rocosas, los cuales comenzaron a preparar el desayuno pensando que era la luz del amanecer”.*
Las tormentas solares,
Científicos de la Universidad de Warwick y el British Antarctic Survey mostraron en el pasado 2020 que al analizar los registros de campo magnético en los extremos opuestos de la Tierra, pudieron detectar supertormentas que se remontan en los últimos 150 años. Es decir, crearon una nueva forma de analizar datos históricos analizando los últimos 14 ciclos solares (mucho antes de que comenzara la era espacial en 1957), en lugar de los últimos cinco ciclos solares utilizados actualmente. Así que, el análisis que publicaron hace dos años mostraba que las tormentas magnéticas «severas» ocurrieron en 42 de los últimos 150 años, y las «grandes» supertormentas ocurrieron en 6 de los 150. En definitiva, parece que aquella estimación postuló que una vez cada 25 años nuestro planeta Tierra podría ser golpeado por una tormenta solar tan poderosa como para hacer tambalear a nuestra civilización tecnodependiente. No es lo mismo una tormenta magnética que puede durar unos pocos días y puede ser perjudicial para la tecnología moderna que una supertormenta que podría causar ya apagones, apagar satélites, interrumpir la aviación o causar una pérdida temporal de las señales de GPS y las comunicaciones de radio.
Enlace:
https://warwick.ac.uk/newsandevents/pressreleases/likelihood_of_space
2012: el año que la Tierra evitó una intensa tormenta
En una reunión de Clima Espacial organizada por la NOAA - la agencia meteorológica de Estados Unidos – en 2014, se debatió en una charla sobre el gran anuncio que conmocionó de alguna manera a la opinión pública en el año 2012 junto a aquellas falsas profecías del fin del mundo según los mayas y demás. Pero sí que Daniel Baker, de la Universidad de Colorado, llegó a decir en aquella charla que: "Si nos hubiera golpeado, todavía estaríamos recogiendo los pedazos".*
 |
| Gráficas como esta proliferaron en 2012 sobre la súper tormenta solar que se avecinaba. // Fuente: lahuelladigital.com |
Sí,
es cierto que se produjo una tormenta y que se había previsto lo que iba a
pasar. La Tierra esquivó en 2012 una tormenta solar catastrófica El 23 de
julio de 2012, una nube de plasma o "CME" salió disparada del Sol
a 3.000 kilómetros por hora, más de cuatro veces más rápido que una erupción
típica. La tormenta atravesó la órbita terrestre, pero, afortunadamente, la
Tierra no estaba allí. Como bien dijo Baker en aquella charla: “pudo
haber sido más que la del propio Evento Carrington”. De haber ocurrido sólo una semana antes, la
onda expansiva de la erupción magnética solar habría chocado de frente contra
la Tierra, así que fue esquivada por poco. Parte del mérito de aquel éxito
casual se lo dio la NASA con su sonda STEREO con la que se pudo conocer la
gravedad de aquella supertormenta en 2012.
Las tormentas solares: un enemigo directo de Internet
La empresa SpaceX de Elon Musk ya sabe lo que es perder varios de sus satélites Starlink por una tormenta geomagnética cuando el pasado mes de febrero perdieron 40 de 49 satélites que se desintegraron y no pudieron alcanzar órbita. Esto se debió a que las tormentas hacen que la atmósfera se caliente y que aumente la densidad atmosférica en las bajas altitudes del despliegue.*
(De hecho, se grabaron numerosos vídeos de
bolas de fuego parecidas a meteoritos pero en verdad eran los satélites
destruidos y quemados por la fricción atmosférica y el fallo electrónico).
Pero podemos estar tranquilos porque gracias a la fibra óptica la señal no se pierde al ser inmune a las corrientes inducidas geomagnéticamente. Pero sí podría afectar a los cables submarinos que conectan países, pudiendo correr el riesgo de quedar aislados a pesar de que no pierdan su conectividad local.
 |
| Gráfico explicativo de cómo se forman las tormentas solares. // Fuente: twitter.com |
Las llamaradas solares intensas se clasifican con
"X" y un número que corresponde a la intensidad, mientras que las de
actividad media se clasifican con la "M" y las de menor intensidad
con la "C", así como la "G" para la actividad geomagnética
(de G1 a G5, de menor a mayor intensidad), siendo la de estos días una G1.*
Los astrofísicos estiman que el Sol ha consumido aproximadamente el 40% de su combustible, por lo que permanecerá dentro de la secuencia principal muchos millones de años más.
El astro que nos baña con su energía no tiene la masa necesaria para poner fin a sus días bajo la forma de una supernova. Es una estrella con relativamente poca masa, por lo que terminará sus días expandiéndose y transformándose en una gigante roja, para, a continuación, expulsar sus capas más externas al medio estelar y permanecer en el espacio bajo la forma de una enana blanca.
Actualmente nuestro Sol se encuentra atravesando el ciclo solar 25, una etapa de alta actividad que, según los astrónomos, alcanzará su pico máximo a mediados de 2025.
Otros Enlaces:
https://hipertextual.com/2022/02/tormentas-solares-auroras-comunicaciones
0 comentarios:
Publicar un comentario