En esta sección contamos la historia de Gabriel Estevao Mandjane, quien fue denominado 'El Gigante de Manjacaze' al conseguir el récord guinness a hombre más alto del mundo con una altura de 2.45 metros en los años ochenta.
La historia de Gabriel comenzó en su país natal, Mozambique, cuya anomalía física le hizo ser el más alto de su familia desde su infancia y consiguió convertirse en una celebridad no solo en su país sino también en Portugal y en algunas ciudades de España como en Badajoz donde se exhibía en una barraca.
Por desgracia, la vida de Gabriel se apagó en 1990 y su fama y leyenda se olvidó debido a sus problemas físicos por su gigantismo. Por eso, en esta sección queremos recordarle al igual que en un reportaje emitido en el programa de Cuarto Milenio del 8 de enero de 2023 donde el autor de este podcast documentó su historia.
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La
historia de Gabriel Estêvão Monjane nace en el año 1944 en
Manjacaze, una ciudad capital que pertenece al distrito de Gaza, Mozambique. Nace
en el seno de una familia numerosa con nueve hermanos. Y él se hace especial en
esa familia porque es el que crece de una manera exponencial a partir de los 10
años. Es decir, su desarrollo es normal hasta esa edad pero cuando llega a los
12 ya tiene una altura de un metro noventa.
A
sus 16 años tuvo un accidente, se cae de un primer piso, y parece que aquello
provocó un trastorno endocrino en su organismo y consecuentemente el gigantismo
que iba a comenzar a tener a tan temprana edad. Justo con esa edad ya medía 2
metros y 31 centímetros y pesaba 125 kilos. Gabriel tuvo una vida normal con su
familia y en su país hasta que un periódico mozambiqueño (‘Notícias’) informa
sobre Gabriel Monjane y su enorme altura con tan poca edad que comienza a
convertirse en una celebridad. Era el año 1963. Y siguió creciendo todavía más
hasta los 26 años, cuando su crecimiento se detiene en 2 metros y 45
centímetros con un peso de 158 kilos.
Fuente: https://bigslam.pt/blogs/renato-caldeira/gigante-de-250-metros-de-manjacaze-para-o-mundo-muanaxuabo-de-renato-caldeira/
Gabriel
comienza a ser famoso ya desde su país de origen, todo el mundo quería ver en
persona a este joven gigante, pero aquella particularidad que todo el mundo
veía como algo excepcional le empezó a causar muchos problemas de salud desde
tan joven. En el año 1966, con apenas 21 años, ingresa en el Hospital Miguel
Bombarda, en la antigua capital de Mozambique Lourenço Marques (hoy Maputo) y
allí los médicos, analizando su desarrollo físico y personal, se dieron cuenta
que Gabriel sufría de cansancio y que tenía sus pies agrietados. En el libro de
Fátima Mariano (‘Grandes Excentricidades en la Historia de Portugal’) se
cuenta que para aquel intervención tuvieron que adaptar una cama a su tamaño y
que a la hora de comer le dieron una ración doble.
En
aquel mismo año (1966), a Gabriel ya lo nombran por primera vez en el Libro
Guinness de los Récords como “la persona más alta en crecimiento” con una
altura de 2,41 metros fijado en el mes de julio del 66. Pero dos años después,
mientras se estaba compilando el libro de récords de 1968, el cuerpo de Gabriel
creció hasta los 2,43 metros por lo que sin ser todavía nombrado el hombre más
alto del mundo sí que estaba en el ranking o top 10 de las personas más altas
jamás registradas.
Gabriel
Estevo se ganaba la vida en una fábrica donde se pelaba un fruto típico de la
zona que era el marañón, pero é ya era una especie de celebridad en todo el
país por esa anomalía física y comienza tanto a llamar la atención en el país
que hasta fue contratado para hacer algunas campañas publicitarias (una de
ellas para la conocida marca de automóviles Toyota). Comienza a tener una vida
de fama tan solicitada que dejó aquel trabajo en la fábrica para dedicarse al
mundo del espectáculo donde ya solamente su sola presencia causaba atracción.
Así que, en 1966 con apenas 21 años llama la atención del famoso empresario
británico Richard Chipperfield que lo contrata para su circo del mismo nombre.
Y lo exhibe en la categoría de ‘espectáculos de monstruos’ algo que recordaba
claramente a lo que nos mostró aquella famosa película de 1932, ‘La
parada de los monstruos’ o ‘Freaks’.
Hay
una entrevista que se publica en el diario HOY en el año 1970 donde un
periodista portugués, De la Concepción Chora, que trabajaba para una revista
portuguesa llamada “Actualidades” dice que estando de corresponsal en
Mozambique (como antigua colonia portuguesa que era) descubre a Gabriel “como
si fuese una fiera”. Cuenta que era muy agresivo y que se mostraba siempre como
muy receloso con la prensa y con los reporteros porque parecía que siempre
querían buscar la noticia sobre él y no se preocupaban por lo que comía o
hacía, según se refleja en esta entrevista que el mismo periodista respondió.
Así que este periodista cuenta que le brindó vivir en su casa, dar el salto a
Portugal y allí se fue Gabriel porque aquello supondría dar el salto a Europa y
aumentar sus ganancias como persona que se exhibía en las ferias o circos de
aquellos lugares a donde lo llevaban.
Él
llega a Lisboa justamente en el año 1969 y ya solamente la forma en cómo vino
en el avión llamó mucho la atención, porque se cuenta que iba cerca de la
puerta de entrada y salida para tener más espacio. Cuando llega al aeropuerto
es recibida con un asombro y admiración por los portugueses y turistas que
fueron expresamente para recibirlo, como si fuera una nueva ‘maravilla del
mundo’. Gabriel, a pesar de que era la primera vez que daba el salto a Europa,
ya estaba algo acostumbrado a esas masas que lo recibían con curiosidad y
asombro. A fin de cuentas, Gabriel venía para trabajar en el circo, entonces se
empezó a crear un debate con la prensa como principal expositora de la vida de
este ser humano que en aquella época hubo ya división de los que creían que
este joven mozambiqueño no era feliz, y que estaba muy solo. Por lo que las
acusaciones a algunos empresarios de ganar dinero a su costa solamente de
exhibirlo en un circo con animales y otro tipo de espectáculos era una
realidad.
Fuente: diario HOY 17 mayo 1970. |
En
aquella entrevista facilitada por la agencia Hispania Press, y que se
publicó en el diario HOY en mayo de 1970, se cuenta que Gabriel Estevo
Monjane ganaba unos cuarenta y cinco mil pesetas mensuales (alrededor de
unos 270 euros), que en esa época era bastante dinero. Pues aún enviando parte
de sus ganancias a su familia que todavía estaba en Mozambique, también poseía
una docena de trajes y dos buenos coches. Pero el muchacho apenas gastaba,
porque a donde iba, iba a gastos pagados por su agente. Pero podemos considerar
a Gabriel un artista porque aprendió a tocar muy bien la guitarra española y
además le gustaba escribir todo lo que veía allá donde el lugar o el país que
visitaba. Siempre llevaba consigo un diario-itinerario donde anotaba todas las
impresiones desde que salía a la calle. Para su viaje lo desplazaban en un
autobús o autocar de cuarenta plazas con cocina y lavado solamente para él
En
aquella misma entrevista se menciona que el bocadillo de tarde que se comía
Gabriel era literal era “un pollo metido en pan, más cuatro tortillas y tres
plátanos; también leche y más fruta…” (diario Hoy, 17 mayo 1970). Unas mil
pesetas diarias costaba la manutención de Gabriel solamente en comida, que en
ese mismo reportaje mencionado se decía que le racionaban la comida y el
consumo de carne a unos cuatro kilos a la semana acompañado de otros alimentos
complementarios, ya que le dedicó excesiva dedicación a la carne.
Gabriel
y Lúcio Pedro en el funeral del dictador António de Oliveira Salazar. //
Fuente: ‘Grandes Fíguras Excéntricas de Portugal’, Fátima Mariano
Las
exhibiciones que hacía Gabriel no solo eran presentarse en los lugares donde le
llevaban y solamente salir para que vieran su enorme altura, sino que consistía
en actuar con otro artista de mucho menor tamaño que él, con Lúcio Pedro,
conocido como ‘el enano del Coliseo’, con 1,20 metros de estatura. De
alguna manera pensaron que poniendo al gigante de Manjacaze y a otra persona
muchísimo más bajita podrían vender más boletos y atraer más miradas porque
para entonces gustaba el vender la imagen de Gabriel siempre comparándolo con
otras personalidades para mostrar su enorme tamaño. Junto con Lúcio, tocaba su
guitarra, bailaba, jugaban,… un espectáculo que hizo atraer muchas miradas cada
vez que lo representaban en aquellas antiguas barracas de circo.
Los
promotores de la época (por lo menos los del circo portugués que lo contrató en
julio de 1969) anunciaban que Gabriel medía 2,65 metros, pero más tarde se
reveló que su verdadera altura era casi 20 cm menos (así lo recogió el Libro
Guinness de los Récords). Es decir, puede que la altura real del gigante de
Manjacaze no se supiera del todo porque, o es que con aquella enfermedad que
tenía seguía en continuo crecimiento o es que se exageraba su altura para
atraer más espectadores a los espectáculos de circo que hacían con él como
protagonista. Antes de que se uniera al circo se le realiza una investigación
médica que no se publica hasta 1974, y ha sido el Libro Guinness de los Récords
quien nos dice literalmente "Este gigante eunicoide-infantil no ha
crecido desde que fue evaluado antropométricamente por el Dr. Manuel Simões
Alberto en Lourenco Marques [actualmente Maputo] en diciembre de 1965. Su
estatura en pie era de 238,5 cm". Sin embargo, a través de este medio
se confirma que su altura real llegó a los 2,50 metros y esa medida se vería
afectada por esa escoliosis que le afectaba desde niño con aquella caída hasta
su fallecimiento.
Su paso por España
De
todos los viajes que pudo hacer Gabriel Estevo Monjane, ya fueran por
varios países de Europa, o en varias ciudades de España como a Barcelona en el
año 1967 (que de hecho hay una noticia breve publicada en el diario HOY donde
se dice que allí lo iba a recibir un médium y mentalista español llamado
profesor Max), también pasó por Jerez de la Frontera donde se cuenta que tuvo
una exhibición de boxeo con el famoso José Manuel Urtain (con este
siendo campeón de Europa por entonces) y que él mismo [contado en reportaje
especial sobre Gabriel en mayo de 1970] que se las vio y deseó para llegar a
golpear a la cara de Gabriel porque éste tenia un metro y medio de brazo,
estaba claro que este llamado ‘gigante de Manjacaze’ era una persona abierta,
divertida, se dejaba llevar y disfrutaba cada momento.
Pero
si hay una ciudad española donde dejó huella, esa fue en Badajoz. En
primer lugar, porque Gabriel estuvo mucho tiempo viviendo en Elvas con su
mánager (De la Concepción Chora) quien era de allí, por la cercanía de esta
ciudad portuguesa con la ciudad española a pocos minutos traspasando la
frontera hispano-portuguesa y porque se exhibió en la antigua feria de San José
en el año 1970. De hecho, en la portada del diario hoy del 30 de enero de 1970
se anuncia su llegada en la portada con un titular que decía: EL HOMBRE
MÁS ALTO DEL MUNDO, EN BADAJOZ; ES UN NEGRO DE MOZAMBIQUE QUE MIDE 2,61 METROS.
Impensable que hoy en día se anuncie a alguien de esa manera.
Cuando
Gabriel se va, la despedida fue igual que el recibimiento. Como si fuera una
estrella de rock, o un actor famoso o alguien tan admirado. Sabemos que se fue
muy agradecido por los cuidados, saludando a todo el mundo y todavía le dio
tiempo de bromear con los enfermeros y personal del hospital porque con
solamente estirar uno de sus brazos tocaba el techo de la habitación.
Fuente: Diario HOY 7 febrero 1970.
Un
mes y medio después, Gabriel Estevo vuelve a Badajoz. Pero esta vez, para
exhibirse y actuar en la feria de San José. De hecho hay un anuncio famosísimo
con una caricatura del gigante que se anuncia en el diario HOY en una
publicación del 22 de marzo de 1970 que iba a estar durante 5 días en Puerta
Pilar:
La
vida de Gabriel Estevo Monaje, ‘el gigante de Manjacaze’,
iba a estar dedicada al circo prácticamente hasta que su cuerpo dijo basta. Dos
décadas dedicándose a viajar, a divertirse, a mostrarse ante el público con
naturalidad, a bailar y a actuar con Lúcio Pedro, pero también viviendo con esa
dificultad física y los problemas de movilidad que tenía. No sería hasta el año
1985 cuando el World Guinness Records lo confirma como el hombre más
alto y persona viva más alta. No se sabe cuándo ni cómo, pero Gabriel vuelve de
nuevo a su país de origen (Mozambique) y allí iba a pasar sus últimos años de
vida. Tristemente fallece en 1990, con 45 años de edad, en la capital Maputo,
sin poder superar las graves heridas y consecuencias de aquella caída de niño
que originó toda esta historia de ser durante un tiempo un gigante admirado y
querido allá donde iba y que él siempre correspondió, según cuenta cualquier
testigo que lo vio e interactuó con él de cerca.
Quizá
no llegó a los 2,72 metros que tuvo el americano Robert Pershing Wadlow
(considerado el hombre más alto de la historia por el Récord Guinness),
fallecido en 1940, pero sí que está en la lista de 14 personas – 13 hombres y
una mujer - a las que Guinness World Records ha ratificado que han
superado de forma fehaciente los 2 metros.
En estos enlaces se pueden consultar más fotografías y datos sobre él:
https://bigslam.pt/blogs/renato-caldeira/gigante-de-250-metros-de-manjacaze-para-o-mundo-muanaxuabo-de-renato-caldeira/
https://bigslam.pt/blogs/joao-santos-costa/figuras-mocambicanas-do-nosso-tempo-o-gigante-de-manjacaze-xilunguine-de-joao-santos-costa/
Y EN EL SIGUIENTE ENLACE PODRÁN VER EL REPORTAJE QUE SE LE REALIZÓ EN CUARTO MILENIO A PARTIR DEL MINUTO 57, ahí aparece Samuel Hernández y otros testigos de la zona de Badajoz y Elvas que vieron y supieron de la historia de Gabriel Estevao en aquellas fechas:
https://www.cuatro.com/cuarto-milenio/alacarta/20230108/ver-cuarto-milenio-online-completo_18_08397339.html
Algunas anécdotas que se cuentan de él:
-
Tan
solo recuerdo ir a verle en ferias y que alguien adaptó un 600 para él quitando
los asientos delanteros, y lo probaron en la Avda de Colón a la altura de los
juzgados.
-
Yo
también lo vi. Puerta Pilar. Cuando entramos el público estaba acostado y solo
decía adiós con su mano. Era impresionante.
-
Me
causó bastante miedo al verlo pero su sonrisa te animará a no salir corriendo
porque era algo jamás visto. Unas manos impresionantes que las chocaba con las
nuestras.
-
Lo
vi cuando llegaba al hospital. De lo alto que era, la puerta trasera de la
ambulancia, iba abierta! Entonces las ambulancias eran del tamaño de coches
familiares
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