En esta sección, anclada en el podcast de EL SECRETO DE LA CAVERNA, analizo el fenómeno del personaje de Beetlejuice, que en este 2024 ha vuelto con una segunda parte tras el impacto que supuso su personaje a finales de los 80.
Tim Burton ha recuperado un personaje querido, con misterio, pero cuyo origen no queda claro.
Analizamos esta película de una manera especial.... SIN SPOILERS.
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El popular personaje de ese otro mundo creado por Tim Burton en 1988 ha cumplido este año 36 años, en una de las interpretaciones más destacadas de Michael Keaton, que a la edad de 74 añazos se ha enfundado de nuevo ese traje a rayas y dejarse llevar por un personaje loco pero a la vez inquietante e impredecible cuando se aparecía. La primera película innovaba en un concepto curioso dentro de cómo se podrían hacer las cosas en ese Más Allá en el que supuestamente vamos a llegar todos. Imagínense que ese sistema burocrático y de funcionariado estuviera también una vez traspasas esa puerta que te envía al mundo de los muertos, que tuvieras que esperar una larga cola para registrar tu número de fallecimiento y que solamente un 'exorcista' excéntrico fuera tu salvación. Pues todo eso fue en lo que en un primer término mostraba esa mente creativa de Burton con el estilo stop-motion de la época, pero todavía sabemos poco del verdadero origen de Bitelchús, si también llegó a ser humano o ha sido siempre una especie de demonio o ser de ese otro mundo que se quedó ahí anclado como un paria desterrado. ¿Qué creen ustedes? Creo que las teorías aún sigue abiertas, aunque en esta película se menciona de un viejo amor que tuvo en la Edad Media, representado en la figura de la actriz Monica Bellucci. Hay un 'flashback' muy curioso en la película en la que vemos a un Bitelchús que parecía ser un ladrón de tumbas, que se enamoró de la líder de un culto extraño que se dedicaba a chupar almas. Una especie de culto a la muerte. Un clip que puede verse en esta segunda entrega con un estilo en blanco y negro y como sacado de esas viejas historias de El Gabinete del doctor Caligari (1920) o La máscara del demonio de Mario Bava (1960) con ese estilo clásico y música de viento estridente en la cual sin apenas diálogo sabían contarte una buena película de terror.
Un homenaje en toda regla al director italiano, que inspiró a otros muchos grandes directores del panorama actual para muchas de sus grandes historias de la gran pantalla. De hecho, en una escena de la película, Winona Ryder (de nuevo en su papel de Lydia) le explica a su hija Astrid (interpretada por Jenna Ortega, una de las actrices del momento tras su genial interpretación en Miércoles) que la primera cita con su padre fue en una proyección de la película de Mario Bava, Operación Miedo (1966).
Tim Burton admitía, durante la presentación de la película en el 81º Festival de Venecia, que no había vuelto a ver la primera entrega “para mantener la originalidad”. El director californiano, a sus 66 años, piensa que quizá anda algo estancado o que el mundo del cine tal y como lo conocía ha cambiado cuando dijo “Estos últimos años me he ido decepcionando con la industria del cine”. Lo que sí hay que recordar que fue su segunda película que dirigió después de La gran aventura de Pee-wee (1985), que obtuvo el Óscar a Mejor Maquillaje y que es una de las favoritas de la carrera de Michael Keaton según confesó en su momento. Un personaje que aunque en aquella primera entrega no salió hasta los 25 minutos de película, y que parecía tener poco protagonismo, Burton se inspiró en el personaje Chop Top de la segunda parte de La matanza de Texas (1986) y que al mismo Keaton le dio la siguiente descripción a la hora de interpretarlo. "Ha vivido en todas las épocas y en ninguna".
Y es que Burton dirigió aquella primera película con apenas 30 años, y aunque él haya confesado no recordarla, los fans de sus películas saben bien que fue con esa historia con la que este director terminó consagrándose en un género dedicado al mundo de lo oculto, de los fantasmas, de la muerte, del misterio,... Ese mundo siniestro y fantástico propio de la cantidad de personajes extravagantes que ha terminado por plasmar el bueno de Burton en la gran pantalla y que son icónicos como este Bitelchús, pero que acabaría pasando lo mismo con Eduardo ManosTijeras o el Jack Skellington de Pesadilla Antes de Navidad (1993). Pero Burton ya venía de dirigir episodios de Alfred Hitchcock Presenta o Teatro Fantástico. La base ya la tenía para ser un director de época y así ha sido, porque nadie como él ha sabido mezclar esas facetas de mezclar lo oscuro con lo humor. E, incluso os diría, hacer sentir a los fantasmas un drama, mucho mayor que el que tenemos los humanos, que los muertos pueden sentirte tristes y perdidos y que no pueden reconocer su propia muerte.
Aparte de que Michael Keaton no fue la primera opción de Tim Burton – pero acertó – otra de las curiosidades es que el nombre de Bitelchús (con sus diferencias en el nombre original de la película, Beetlejuice) que para el caso suena igual en ambos idiomas, se pensó en House Ghosts (Casa de Fantasmas) o Scared Sheetless (¿Asustados sin sábanas?), y al final, con un juego de palabras entre Beetle (escarabajo) y Juice (zumo o jugo) se usó casi el nombre de una estrella que se sitúa en la constelación de Orión, Betelgeuse. Acompañado por uno de los subtítulos que en aquella época se tradujo en español como "El Fantasma que a todos pasma". Solo necesitó 17 minutos de metraje, pocas apariciones y tiempo en pantalla, para acabar impactando y convertirse en un personaje de culto.
Hay escenarios de la película que impactaron, como esa maqueta del pueblo escogido donde se realizaba la acción, East Corinth, y donde podíamos ver a un pequeño Bitelchús esperando su oportunidad para aparecer mientras esperaba en el cementerio incluido en esa maqueta. Pero si hay otro escenario que impactaba, es ese enorme desierto extraño, como si perteneciera a otro planeta o dimensión diferente, donde unos enormes y feroces gusanos devoran a todo aquel que allí acaba tras pasar una puerta prohibida. Ese otro mundo a lo Dune (donde también aparecen unos gusanos enormes mecánicos que devoran todo lo que encuentran a su paso) parece una especie de infierno de otra dimensión en el que si esos gusanos realizados en stop-motion te atrapaban, se acababa tu historia tanto si eras un vivo como un muerto. Serpiente o gusano que, esto para los más fans de la película Pesadilla antes de Navidad (1993), aparece, seguramente si la habéis visto visto varias veces como yo sabréis averiguar en qué parte. Al final, esos gusanos vivían en al planeta Saturno, una especie de limbo, en el cual una de las escenas eliminadas en la película, como se señala en el blog https://peliculasdeculto.blogspot.com/, representaba a los Maitland perdidos entre unos engranajes gigantes que destruían el tiempo y el espacio. Al final, esa escena se eliminó, y Burton se decidió más por ese planeta extraño en el cual si acababas allí podías acabar devorado por uno de esos gusanos gigantes.
El estreno de aquella primera película se dio en marzo de 1988. Recaudó hasta 73 millones de dólares solo en Estados Unidos, y fue la décima película más taquillera de aquel año. Winona Ryder, Alec Baldwin, Geena Davis, Catherine O'Hara y Jeffrey Jones completan el reparto de una cinta con muchas curiosidades y, quizá, distintas lecturas. Fue tan enorme su éxito que un año después tuvo hasta su propia serie animada, con 109 capítulos.
A pesar de todas las excentricidades que tiene el personaje, de los puntos cómicos, de los más curiosos... no olvidéis que originalmente todo comienza con una historia de fantasmas. Todo comenzó con ese matrimonio, los Maitland, que vivían tan felices en su hogar hasta que tuvieron un aparatoso accidente que acabó con la vida de ambos. Lo curioso es cómo en todo momento se refleja incredulidad ante el hecho de que estás muerto, y que tus dotes como fantasma no ayudan a echar a una nueva familia que usurpa tu hogar. El guión original incluía una violencia mucho más explícita y retrataba a Betelgeuse como un temible demonio. Originalmente Bitelchús era un demonio reptiliano con alas que se transformaba en un pequeño hombre de Oriente Medio para poder interactuar con los Maitland y los Deetz.
El famoso gag final en el que un brujo reduce la cabeza de Bitelchús surgió porque según Burton "Nunca tuvimos un verdadero final, así que rodamos diferentes cosas y les enseñamos un par al público de los pases previos; ellos eligieron ésa. Pero la película es tan aleatoria, en cierto sentido, que no tenía un verdadero final. Aún no lo tiene, pero era lo mejor que podíamos hacer."
Y la música de Danny Elfman, que ha acompañado en todas las obras fílmicas de Burton, se hicieron ya notar desde esta historia. Pero se recuerda aún más la inclusión de temas de Harry Belafonte (incluso se podría decir que gracias a la película las canciones tomaron más fama de la que tenían). Cómo olvidarnos de esa famosa escena del baile durante la cena mientras sonaba el Daaaay-O Banana Song, o el Jump in the Line al final con Winona Ryder dándolo todo.
En palabras de Burton sobre el filme: Es la única de todas mis películas que me ha dado esa sensación de “¡que se joda todo el mundo!” El público no necesitaba cierto tipo de cosas; yo podía hacer lo que me viniera en gana y eso era estupendo.
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