En esta sección se emiten los últimos testimonios recogidos, en noviembre de 2024, de un trabajador de la Facultad de Ciencias de la Documentación y la Comunicación (que se sitúa en plena Alcazaba pacense) para contarnos los ruidos y fenómenos extraños que ha sentido en medio de su jornada laboral.
Hay que recordarles que la facultad fue objeto de una investigación en el año 2018 por parte del programa Cuarto Milenio. Rescatamos este asunto con los últimos testimonios.
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En 2018, el equipo de Cuarto Milenio vino a Badajoz a realizar un reportaje sobre el enigma que se encontraba en la que por entonces se llamaba Facultad de Biblioteconomía y Documentación (que prácticamente en ese año pasó a llamarse Facultad de Ciencias de la Documentación y la Comunicación, con la implantación de Periodismo, junto a las carreras de Comunicación Audiovisual y Documentación) situada en ese recinto amurallado de la Alcazaba, Plazuela Ibn Marwan, desde mediados de los 90 que comenzó a gestarse ese nuevo plan de estudios universitarios que poco a poco se fue implantando en este edificio que ha ido renovándose poco a poco hasta ser lo que es ahora: un centro educativo "reciclado". "Reciclado" porque todo el pacense medio sabe que originalmente la estructura donde ahora estudian los actuales matriculados en Comunicación, Periodismo o Documentación, más el personal que trabaja y acude a la Biblioteca de Extremadura, fue el Hospital Militar del Rey del siglo XIX, y que terminó por cesar su actividad en la década de lo ochenta hasta que comenzó a tener "vida" nuevamente a mediados de los noventa cuando ya se comenzaría su preparación para ser el centro educativo que es hoy en día.
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Facultad de Ciencias de la Documentación y la Comunicación - UEx.// Fuente: Facebook
La historia del Misterio que se esconde en este edificio ya se contó en un dossier convertido en podcast bastante extenso que se publicó en esta misma página en el año 2018, después del impacto que supuso aquella emisión en el programa Cuarto Milenio con aquel reportaje donde aparecieron por primera vez de manera pública algunos testigos contando las distintas situaciones que han vivido en algunos momentos de su día a día.
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| En este enlace puedes ver lo que se recogió y emitió para Cuarto Milenio.// Fuente: cuatro.com |
Como sigue siendo un edificio muy vivo, que se va renovando cada vez más, y que sigue siendo muy frecuentado e instalado en un recinto con tanta historia, es un caso abierto. El reportaje que se emitió en Cuarto Milenio dejó un chisme que ha seguido rondando entre las paredes del centro que sigue repitiendo el mismo mantra: "¿pero es que en este lugar hay fantasmas?", y, nada más lejos de la realidad se cumple esas famosas tres palabras que un investigador como Pedro Amorós ha mencionado en numerosas ocasiones como elementos principales para que surja un nuevo caso por investigar: Efímero, Espontáneo y Esporádico. Las famosas tres 'E' del Misterio que habría que sumar, en opinión del creador de este espacio de El Secreto de la Caverna, la 'T' de Testimonios o Testigos.
Pues de nuevo tenemos que rescatar el enigma que se esconde dentro de la Facultad de Ciencias de la Documentación y la Comunicación, que se sitúa en el interior del recinto amurallado de la Alcazaba para contar las dos últimas experiencias que han vivido dos trabajadores de allí que pasan mucho tiempo. Uno lo vamos a dejar como <<anónimo>>, ya que nos ha pedido que no digamos su nombre y cargo dentro del edificio pero sí os podemos confirmar que es alguien que pasa muchas horas en el edificio, hasta de noche. Y el otro testigo es alguien que fue el protagonista del reportaje que hizo Cuarto Milenio porque vio una figura, completamente de negro, que se manifestó a unos metros de él y con el que interactuó de alguna forma preguntándole qué hacía allí; se trata de Ángel, el dueño de la cafetería.
Los testimonios fueron recogidos por Samuel Hernández el pasado 18 de noviembre, aunque los sucesos relatados sucedieron semanas antes. No fue hasta aquel día que ambas personas confesaron dos momentos anómalos que perturbaron su jornada laboral en franjas horarias distintas y en días también distintos.
El testigo nos cuenta que en el poco tiempo que lleva trabajando en el edificio ha sentido cómo el sonido de una papelera al caerse le llamó la atención que venía de la planta de arriba. Su sorpresa fue que al subir, de las aproximadamente tres papeleras que estaban situadas en ese pasillo principal de la segunda planta, ninguna estaba caída; ni siquiera de los dos pasillos aledaños. Esto parece que no solo lo ha sentido él tan claramente sino que uno de los guardas de seguridad también sintió lo mismo:
"Llevo ocho meses trabajano aquí y he escuchado en un par de veces ruidos bastante serios, que no proceden de ninguna ventana abierta. Los ruidos procedían como el de una papelera al caer, al subir para comprobarlo he visto que todas las papeleras estaban de pie y todas las ventanas cerradas. He bajado y al rato he vuelto a escuchar el mismo sonido, el mismo impacto metálico en el suelo, y cuando he vuelto a subir a la planta de arriba de nuevo vi que ninguna papelera estaba caída".
Este hecho se produce antes de que esta persona cambie el turno al vigilante de seguridad, sobre las 21:50 horas. Pero ese vigilante iba a contarle a este mismo testigo el hecho que acababa de pasarle a él mismo un rato antes:
"Estando ya en mi casa me ha llamado el vigilante de seguridad y me preguntó que si había quedado a alguien encerrado arriba porque seguía escuchando el mismo sonido que yo había escuchado antes. Él me comentó que fue como si una papelera se cayera y que cuando subió no encontró nada. Las papeleras estaban de pie".
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| De este estilo son las papeleras que se encuentran por toda la Facultad, metálicas.// Fuente: Autor. |
Podemos pensar en algo externo del edificio que haya movido esas papeleras para caerse, pero el hecho extraño es que no vio ninguna papelera caída y porque en esa zona no hay manera que entre nada de fuera que produzca ese sonido:
"Arriba están todas las ventanas cerradas porque las únicas que se abren son las de las aulas de informática 1, 2 y 3. Yo ya había cerrado todas las ventanas porque es una de mis funciones cuando los chavales se van de la Facultad. Entonces yo ya estaba esperando al compañero de seguridad y ha sido en ese momento de espera cuando ha sonado. La primera vez que pasó, subí, la segunda, también; pero ya la tercera vez que pasó no lo hice, por miedo. Cuando vino el compañero yo no le comenté nada, pero él sí me llamó a mí. Prácticamente a los veinte minutos de irme, me llamó para comentarme el mismo ruido que yo había escuchado".
No es el único hecho anómalo que ha vivido este testigo, porque en otra ocasión, sentado en su lugar de trabajo (cercano a la entrada del edificio) ha notado cómo una bata blanca le ha pasado por la cara:
"Estoy sentado aqui a oscuras -para ahorrar luz- y estando tranquilo sentado en mi butaca he sentido como si me pasaran por la cara una bata blanca y he movido la cabeza rápido y allí no había nada. Eso fue impresionante. Llamé a mi mujer y todo para contárselo. Estaba normal y tranquilo, mirando al ordenador, y veo cómo me pasa por el lateral como una tela blanca pasarse por mi cara. Me di una vuelta por las aulas a ver si descubría el origen de lo que pudo ser aquello, pero nada".
Como extra, esta persona ha sentido los típicos escalofríos y temblor en el cuerpo cuando ha vagado solo por los pasillos de la Facultad mientras estaba escuchando música. Sensaciones extrañas propias del edificio que han sentido otros trabajadores. Esta misma persona me confiesa que está sustituyendo a una anterior empleada que dejó su puesto por "miedo":
"La compañera que estaba antes que yo se fue por miedo. El pánico venía sobre todo cuando se quedaba sola. Yo no me voy a ir porque yo a lo que no veo no le tengo miedo, pero sí respeto. Mi compañero de seguridad siempre me dice que aquí hay algo. Hay que estar tranquilo pero algo hay".
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| Pasillo de la segunda planta del edificio.// Fuente: Autor |
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